Los concesionarios de automóviles ubicados en España siguen sufriendo los problemas de un mercado hundido. En un año, las redes de distribución, venta y reparación de vehículos han perdido 9.000 empleos por la incertidumbre y una "alocada" transición energética, según ha denunciado el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, en su intervención en el XXX Congreso de la Federación de Asociaciones de Concesionarios que tiene lugar en Madrid.
El presidente de Faconauto ha asegurado que se están perdiendo muchas ventas porque el cliente no sabe qué hacer y ha asegurado que mantener esa incertidumbre "no tiene ningún sentido". La solución pasa, según ha dicho, por incentivar la venta de todos las formas de propulsión para hacer realidad una transición "justa y ordenada" en vez de hacerla "sin pensar en la viabilidad del sector, para ricos y alrededor de un componente ideológico desconectado de la realidad que está penalizando al mercado y al ciudadano medio que sólo puede comprarse un vehículo de combustión".
"En este país hay una serie de mantras que se empiezan a difundir y parece que quien no los sigue está fuera de juego. Hablar de combustión no queda bonito, pero es lo que paga las nóminas de los trabajadores" y las facturas de la administración y del desarrollo tecnológico que permitirá la electrificación, ha lamentado el presidente de Faconauto.
Los clientes no quieren eléctricos
Para el directivo de los concesionarios, cuando se intentan acortar los tiempos para llegar a una movilidad 100% eléctrica sufren los trabajadores, las empresas y los consumidores. "Los datos son tozudos, este año se venderán 12.000 eléctricos sobre un total de 1 millón (de matriculaciones) y el año que viene 13.500 sobre 1,2 millones", ha adelantado GErardo Pérez, quien ha considerado que esto demuestra que no se puede obligar al consumidor a hacer algo que no está preparado a hacer, por mucho que se ataque a la combustión.
La masificación del vehículo eléctrico requiere, según Faconauto, del despliegue de puntos de recarga, mayor autonomía de las baterías, bajada de precios (es un 30% más caro), una tarifa de la luz adecuada, normativas que faciliten el uso de estos coches o elevar la renta per capita de España, un asunto "que nadie quiere abordar", ha dicho Gerardo Pérez.
Además, ha reclamado la eliminación del impuesto de matriculación y del IVA para el vehículo eléctrico, y que en el resto se grave su uso y su antigüedad, así como planes de ayudas que incentiven también la compra de motores de combustión para rejuvenecer el parque automovilístico.
"Queremos saltarnos un montón de pasos, pero la triste realidad es que la estrella de ventas en España es el vehículo de más de 10 años, que el precio medio del líder del mercado es de 12.000 euros, que la edad media del parque es de 13,5 años y que el 2,1 % es eléctrico frente al 10 % en Alemania o Reino Unido", ha lamentado el presidente de Faconauto.
Colapso de la automoción europea
Antes de prohibir, ha añadido en referencia a los motores de combustión, habría que hacer "un gran trabajo que en este país no se ha hecho", y en Europa exactamente igual, según Pérez, quien ha advertido de que la normativa europea sobre emisiones "va a hacer que la industria colapse porque es totalmente imposible cumplir sus objetivos".
Ha asegurado que si los fabricantes han cumplido los objetivos de reducción de emisiones de CO2 a 95 gramos en 2020 ha sido gracias a que los concesionarios han automatriculado vehículos eléctrificados por valor de 83 millones de euros. En este sentido, ha lamentado que después de este esfuerzo Stellantis haya anunciado la rescisión de los contratos con toda su red en Europa y ha exigido al fabricante que se siente a negociar para que "el que se quede, tenga el mejor contrato, y el que decida irse, tenga una salida ordenada y pueda abandonar la red de la mejor manera posible".