La rentabilidad de los concesionarios se encuentra en el nivel más alto desde el desplome provocado por la crisis. Los concesionarios obtuvieron unas ganancias medias del 1,9% de su facturación en el cuarto trimestre del año pasado después de una mejora desde el 1,88% registrado en el mismo periodo de 2016, según los datos aportados por Asociación de Vendedores de Automóviles (Ganvam). La clave de la mejora se decanta cada vez más hacia el margen que deja la venta de coches nuevos frente al taller o a los vehículos de ocasión. Las ganancias de los concesionarios continúan con la racha positiva iniciada a final de 2013, cuando el sector de la distribución, venta y reparación de vehículos dejó atrás unas abultadas pérdidas que causaron una importante reducción de las plantillas y el cierre o fusión de establecimientos. Desde entonces, los concesionarios han dado la vuelta a la situación en unos porcentajes que antes eran de números rojos y que ahora son de beneficio.
El taller ya no es lo que era
También ha cambiado drásticamente la foto del sector en el reparto de lo que aporta cada parte de la actividad de los concesionarios a la rentabilidad del negocio. El margen de ganancias del taller sigue cayendo y cediendo terreno a las ventas de coches nuevos, que ya supone un 60% del resultado de los concesionarios de automóviles, cuatro puntos más que un año antes. En cambio, el área de postventa suma un 31% y la comercialización de coches de segunda mano también baja hasta el 9%. En términos de facturación, todavía hay más distancia entre la aportación de cada parte del negocio, donde las ventas de coches nuevos suman un 84% de los ingresos. El envejecimiento del parque de automóviles y la venta de coches usados de más de 10 años entre particulares explican la evolución del origen de los beneficios y los ingresos de los concesionarios.
