A los concesionarios de automóviles se les está acabando la paciencia. Ven cómo se reducen sus ventas por el parón de las decisiones de compra de vehículos por parte de unos clientes cada vez más confusos sobre qué coche adquirir para no verse afectados por el cerco al diésel y la gasolina. Los concesionarios y vendedores de vehículos de Cataluña, agrupados en la organización Fecavem, han pasado a la ofensiva con la organización de un cónclave del sector de automoción en el que alzarán su voz el día 9 de octubre en Barcelona contra lo que consideran "injustas imputaciones al automóvil y la movilidad privada".
Una de las principales reivindicaciones de los vendedores de vehículos catalanes consiste en focalizar el problema de las emisiones en los turismos más viejos y en reclamar que se ayude a los afectados por las restricciones de tráfico con planes Renove. Para Jaume Roura, presidente de Fecavem, la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona es un ejemplo de un plan mal planteado en el que no se ha contado con la opinión del sector afectado. "El Ayuntamiento de Barcelona no ha llamado al sector para decidir las restricciones", ha lamentado el directivo en un encuentro con periodistas.
Ayudas a afectados por restricciones
A pesar de ello, en el encuentro convocado por Fecavem participará el primer teniente de alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Callboni, que recibirá el memorial de agravios del sector. "Hay que encontrar la forma de ayudar a las clases con menos recursos para renovar su medio de movilidad, porque es parte de su libertad ahora que se habla tanto de libertad", afirma Roura. El presidente de Fecavem ha elogiado los planes autonómicos puestos en marcha en varias autonomías y el anunciado por el alcalde de Madrid, que incluye 200 millones para incentivar la sustitución de los coches viejos por otros eléctricos o diésel y gasolina de última generación.
En cambio, el Ayuntamiento de Ada Colau se ha escudado hasta ahora en la falta de competencias para incluir ayudas para renovar el parque automovilístico en el plan de la Zona de Bajas Emisiones que se empezará a aplicar en enero de 2020. El ayuntamiento estima que unos 40.000 coches se quedarán fuera del perímetro de las rondas en el primer año, lo que ha provocado protestas de los afectados.
Impacto del impuesto del CO2
También habrá reivindicaciones dirigidas a la consejera de Indústria de la Generalitat, Àngels Chacón, que cerrará el encuentro del sector, que ya cuenta con unos 400 asistentes inscritos. Además de la falta de un plan Renove en Cataluña que ayudaría a mejorar la calidad del aire y supondría oxígeno para las fábricas y los concesionarios, el sector mostrará a la consejera su rechazo frontal al nuevo impuesto del CO2 que el Govern tiene previsto comenzar a aplicar en 2020 con efectos retroactivos.
El nuevo impuesto puede provocar "un efecto cascada" en otras comunidades que sigan los pasos de Cataluña y, a corto plazo, una deslocalización de matriculaciones de empresas y de flotas de renting y de alquiler a otras autonomías más baratas. "Ese impuesto no es el camino, hay alternativas mediante el impuesto de circulación con criterios medioambientales", ha indicado Roura. Además, el nuevo tributo, que puede generar unos ingresos de alrededor de 150 millones en el primer año, provocará situaciones anómalas como la exención de los vehículos que no estén domiciliados en Cataluña a pesar de circulen por la comunidad.