"Nissan no se va de España ni de Europa, el compromiso de Nissan con España, con sus clientes, con sus trabajadores y con su red de concesionarios sigue intacto". La frase no pertenece a las épocas buenas de Nissan y de su fábrica de Barcelona, sino que la acaba de pronunciar Marco Toro antes de dejar el cargo de consejero director general de Nissan España. Toro ha afirmado, en un encuentro con medios de comunicación en el que fue vetado Coche Global, que prevé una repercusión "limitada" del boicot de los consumidores por la decisión de despedir a 2.525 empleados. De momento, los datos muestran el castigo de la marca en Barcelona.
Toro será relevado de su cargo como responsable comercial de Nissan en España y Portugal a final de julio al haber sido enviado por la multinacional para gestionar el mercado de Italia, mucho menos relevante para la compañia que el español. Antes de irse, Toro ha querido trasladar a la sociedad española "un mensaje claro de tranquilidad" al afirmar que "Nissan no se va de España ni de Europa", según explica la firma en un comunicado.
Boicot de los consumidores
"Nissan emplea más de 4.000 personas en sus operaciones comerciales y red de concesionarios en España. Mantenemos la sede central de las operaciones comerciales para el mercado Ibérico y tenemos más de 200 puntos de venta y asistencia en taller en Península, Canarias y Baleares”, indica el directivo a través de la nota de prensa.
A su juicio, tomar la decisión de cerrar las plantas de Barcelona, Sant Andreu de la Barca y Montcada i Reixac "ha sido muy difícil emocionalmente para todos aquellos en Nissan que sentimos la planta cerca, pero es un hecho que después de haber analizado todas las opciones posibles, el proyecto ya no es viable".
Marco Toro prevé una repercusión difícil de medir de esos cierres industriales en las ventas de Nissan, aunque espera que sea "limitada" en el tiempo y ligada a duración del proceso de negociación entre sindicatos y la dirección de la compañía encabezada por Frank Torres, según publica La Tribuna de Automoción.
Desplome en Barcelona
El directivo ha minimizado el impacto de las protestas de los trabajadores en el retroceso de las ventas en el primer semestre por encima de la media del mercado, que ha atribuido a la falta de campañas de comunicación porque no tenían “visibilidad de las ayudas”. En todo caso, afirmar que es probable que haya habido “clientes que no han ido a los concesionarios” en Cataluña por temor por su seguridad.
Toro dejará el caro con un desplome de las ventas en la provincia de Barcelona, donde las matriculaciones de Nissan cayeron un 52% en junio frente a un descenso del mercado del 22,62%, según los datos publicados por Coche Global. En cambio,el castigo de los consumidores en respuesta a los cierres y despidos no se aprecia en Lleida, Tarragona y Girona, donde las matriculaciones registran retrocesos mucho más suaves o incluso suben en algún caso.
