Si hiciéramos un concurso sobre los coches más conocidos de Seat desde su nacimiento, probablemente tendríamos una lista amplia de modelos. Pero si preguntáramos por los coches más raros en los 70 años de historia de Seat, la respuesta costaría más. La marca española ha hecho su propia lista con los 16 vehículos más peculiares.
En la lista hay un poco de todo, desde el primer coche eléctrico de Seat hasta un SUV con orugas en lugar de ruedas para circular por la nieve o varios descapotables que nunca se produjeron en serie. Efectivamente, Seat ha tenido durante su historia varios cabrios, desde el Panda que ejerció de papamóvil en 1982 para que el coche pudiera entrar en los estadios de fútbol a varias propuestas más recientes como un Ibiza descapotable que bien podría haber sido vendido en sus concesionarios.
Marbella Pick Up
También hay un sorprendente Ibiza Cupster de 2014 que sustituyó el parabrisas por una visera. Ninguno de estos modelos llegó a la línea de producción en serie como sí lo hizo en Seat 850 Spyder en 1969.
¿Ha tenido Seat alguna 'pick up'? Nunca se ha vendido un modelo así, aunque Seat se lo estudo pensando con el modelo Marbella Pick Up, basado en el prototipo Marbella Playa.
Uno de los coches más sorprendentes de la lista de los 16 turismos más especiales de al marca es un Seat Toledo eléctrico con una autonomía de 55 kiloómetros, equiparable a la de un hibrido enchufable actual. Tenía 16 baterías de plomo que pesaban 500 kilos y se utilizó para abrir paso a los atletas olímpicos en el maratón.
'Ibiza Rey'
El ingenio de los trabajadores de Seat está detrás de todos esos modelos singulares hechos por encargo y con alguna finalidad concreta especial. Fue el caso, por ejemplo, del Seat 1400 Visitas, diseñado para recorrer la fábrica de la Zona Franca de Barcelona. En 1964, el 600 fue la base para el prototipo adaptado por Carrozzeria Savio, un monovolumen con tres filas de asientos y techo acristalado y desmontable.
Los 16 coches especiales de la marca española también incluyen también el Ibiza Rey, un regalo que hizo Juan Carlos I a su hijo Felipe como su primer coche.
