Cataluña cerró el 2018 con un distintivo negativo en el mercado automovilístico. La comunidad se desmarcó del resto de territorios al finalizar 2018 como la única autonomía española en la que bajaron las matriculaciones de coches y todoterrenos en el año pasado. El mercado catalán sufrió un descenso del 2,8% que contrasta con la mejora de las ventas de coches del 7% registrada de media en el conjunto de España. Los datos confirman las perspectivas negativas del sector, que había advertido al Govern de los efectos que tendría el nuevo impuesto sobre el CO2.
La pesadilla de la industria y de los concesionarios de automóviles se ha hecho realidad en 2018 con una caída de las ventas de automóviles en Cataluña del 2,8% al cerrar el ejercicio con 185.105 turismos y todoterrenos matriculados, según las cifras de la Asociación de Fabricantes de Automóviles (Anfac). Ninguna otra autonomía cerró el año en negativo y la que más se acerca al mal dato de Cataluña fue Baleares, que registró un aumento del 1,6%.
El resultado de diciembre mantuvo la evolución negativa de los meses anteriores con un desplome de las ventas del 15% en Cataluña, el más elevado de toda España, donde las matriculaciones bajaron un 3,5% de media. La segunda comunidad con una caída más abultada fue Aragón, con un 14,6%.
Impuesto impugnado
El análisis de los datos pormenorizados permite explicar la singularidad de Cataluña en el mercado automovilístico. El desplome de las matriculaciones se centró en 2018 y en diciembre en los canales de flotas para empresas y vehículos para compañías de alquiler, con caídas del 12% el acumulado del año y del y del 10% y el 26% en el mes pasado, respectivamente.
La Federación de concesionarios de Cataluña (Fecavem) y el Gremi del Motor de Barcelona ya habían advertido al 'conseller' de Territori, Damià Calvet, antes del verano de las consecuencias que tendría implantar en 2019 el nuevo impuesto autonómico sobre vehículos en función de sus emisiones de CO2. Mes a mes se ha ido produciendo una deslocalización de las matriculaciones de coches para empresas y compañías alquiladoras que han optado por domiciliar sus vehículos que utilizan en Cataluña fuera de la comunidad para ahorrarse el pago del impuesto, que supondrá una media de alrededor de 70 euros por turismo.
El aviso de las deslocalizaciones y de traslados de sedes de empresas fueron algunos de los argumentos utilizados por Fecavem y la Federación estatal de asociaciones de concesionarios (Faconauto) en las alegaciones presentadas al nuevo impuesto sobre el CO2 de la Generalitat. El tributo está pendiente de su despliegue técnico por parte de la Agencia Tributaria de Cataluña.