Hay costumbres que se mantienen invariables a pesar del paso del tiempo y de los cambios en el entorno. A principios de agosto empiezan las vacaciones para una gran mayoría de ciudadanos y suben los carburantes. El precio de la gasolina y el diésel ha llegado ya al nivel máximo de lo que llevamos del verano.
Tras varias semanas de incrementos desde el comiendo del periodo veraniego, el precio del litro de gasolina alcanzó el día 5 de agosto una media de 1,331 euros, mientras que el gasóleo llegó a 1,216 euros, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
Más diferencia entre gasolina y diésel
Esos precios suponen los niveles más elevados desde el inicio del verano a final de junio, aunque están todavía por debajo de las medias alcanzadas en mayo pasado. La subida ha sido más acusada en el caso de la gasolina, lo que coincide con un aumento de las ventas de coches con motores que utilizan ese carburante en detrimento del diésel, que sigue cayendo con fuerza.
El resultado es una diferencia de 11 céntimos entre el precio de gasolina y el del gasóleo que supera lo que es habitual, que ronda los 8 céntimos. Los precios de las estadisticas europeas incorporan también los impuestos, que en el caso del gasóleo han subido en varias comunidades autónomas desde enero pasado a la espera de que el Gobierno central apruebe otra subida general.
El petróleo baja
El encarecimiento de los carburantes se produce en un momento en el que la cotización del petróleo baja con intensidad, anticipando el abaratamiento de los carburantes, debido a la guerra comercial entre EEUU y China y a la desaceleración de la economía mundial. El precio del barril de petróleo Brent para entrega en octubre cerró el miércoles en el mercado de futuros de Londres en 56,24 dólares, un 4,58 % menos que al finalizar la sesión anterior, lastrado por un incremento de las reservas de crudo de EEUU. El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un descenso de 2,70 dólares respecto a la última negociación, cuando cerró en 58,94 dólares.
El aumento de las reservas de Estados Unidos, cuando el mercado esperaba un descenso, ha pesado sobre las negociaciones del Brent, cuyo precio ha sufrido fuertes caídas en los últimos días por temor a que el recrudecimiento de la guerra comercial entre Washington y Pekín afecte a la demanda de petróleo. Las reservas de crudo crecieron en 2,38 millones de barriles la semana pasada, a pesar de que los analistas habían pronosticado una caída de 2,84 millones, mientras que los de gasolina aumentaron en 4,43 millones de barriles, si bien también se esperaba un descenso.
