La electrificación es solo para valientes. No hay medias tintas. Solo las marcas más aguerridas triunfarán en la carrera por dominar el nuevo mercado de la movilidad sin emisiones. BMW ha asumido el reto con su nuevo modelo iX3, un SUV 100% eléctrico con el que se la juega y que acaba de mostrar a la prensa. Hemos podido comprobar que su nueva apuesta tiene algunos elementos arriesgados aunque reúne muchos ingredientes para pegar fuerte en el mercado europeo.
BMW se apunta a la tendencia en boga entre los fabricantes de automóviles de lanzar al mercado vehículos eléctricos 'normales', que no sean naves espaciales extrañas. El BMW iX3 es un SUV normal, o casi normal. La exitosa gama X de todocaminos y SUV coupés se empieza a electrificar con el primer paso que supone el iX3, que se basa en la nueva generación del X3. En su diseño exterior destacan los toques de un azul intenso en la parrilla, la línea que recorre la base y en unos falsos escapes. Ese azul recuerda el que utilizan otras marcas para sus modelos electrificados, como en el caso de Volkswagen Golf GTE.
Teniendo en cuenta que se trata de modelos de gran volumen y, por tanto, de gran peso, el reto de su electrificación es todavía mayor. En el caso de iX3, las baterías de 80 kWh tienen que mover más de 2.000 kilos y logran una velocidad de 180 km/h limitada electrónicamente con una autonomía de hasta 460 kilómetros en ciclo WLTP.
Quinta generación eléctrica
Esas prestaciones son la carta de presentación de la quinta generación de vehículos electrificados de BMW, que han aumentado un 30% la densidad energética gracias al desarrollo en el centro de baterías de Múnich. El objetivo es duplicar la densidad hasta 2030, lo que disparará las prestaciones de los coches eléctricos del futuro.
El nuevo BMW iX3 responde a la filosofia que aplica la compañía de dar al cliente el poder de elegir qué motorización quiere. "Con Power of Choice no dejamos de producir versiones térmicas pero añadimos nuevas electrificadas con una arquitectura flexible en lugar de plataformas específicas", aseguran fuentes de BMW.
Esa flexibilidad tiene muchas ventajas en la simplificación del desarrollo y la producción, pero algunos elementos cuestionables. Por ejemplo, en el nuevo BMW iX3 llama la atención que bajo su capó se esconde una gran tapa que deja un gran espacio infrautilizado por la ausencia del motor térmico presente en las versiones convencionales. De igual modo, el piso del habitáculo está recorrido por el túnel de la transmisión, a diferencia de otros modelos eléctricos de tracción delantera que se benefician de un suelo plano.
De China a todo el mundo
El riesgo del nuevo iX3 también deriva de su lugar de producción, la fábrica de Shenyang (China). Es el primer modelo 'made in China' que BMW exportará a Europa, a donde llegará en el primer trimestre de 2021. La marca abrirá los pedidos probablemente en enero con un precio que todavía está en estudio pero que partirá de más de 70.000 euros.
El nuevo modelo es una pieza clave en la estrategia de BMW de conseguir un gran salto en la electrificación al pasar de 10.000 coches electrificados desde el lanzamiento del pionero i3 a 130.000 en 2030 en España. Las marcas BMW y MINI eléctricos e híbridos enchufables ya representan aproximadamente el 13,3% de las matriculaciones del grupo en Europa, que espera que la cifra suba hasta el 25% en 2021, el 33% en 2025 y el 50% en 2030, fecha en la que el fabricante se ha marcado como objetivo tener siete millones de vehículos electrificados en las carreteras.
