El Grupo BMW ha presentado su nueva arma para convencer a sus clientes de que se pasen a la movilidad eléctrica. Se trata del nuevo BMW i4, una berlina coupé sin emisiones que se suma al nuevo SUV eléctrico iX con los que la marca alemana quiere imprimir más velocidad a su transición ecológica. Y todo ello después de haber ventilado el año 2020 con un descenso del beneficio neto de solo un 23%, con lo que se quedó con unas ganancias de 3.775 millones.
El presidente del consorcio, Oliver Zipse, indicó que la corporación tiene "ambiciosos" planes para 2021 y señaló que está siguiendo una hoja de ruta para lograr que la transformación de la industria se convierta en una ventaja competitiva para BMW en los próximos años. El grupo finalizó 2020 con unos ingresos totales de 98.990 millones de euros, un 5% menos, mientras que las ventas mundiales de automóviles del grupo cayeron un 8,4%, hasta 2,32 millones de unidades. Además, la empresa matriculó 169.272 motocicletas, un 3,4% menos.
Tras el bache de 2020, más suave que el de otros competidores, la compañía quiere poner toda la carne en el asador con una ofensiva de producto que permitirá que su gama de vehículos cuente con una docena de modelos eléctricos para 2023. Así, a finales de año la empresa ya ofrecerá cinco vehículos eléctricos, gracias a la llegada del iX y al lanzamiento anticipado del i4.
BMW i4, un Gran Coupé
El nuevo BMW i4 entra en la clasificación de los Gran Coupé de la marca e incluirá la versión M Performance de hasta 530 caballos de potencia con una autonomía máxima de 590 kilómetros. Su deportividad y prestaciones se demuestran en su aceleración de 0 a 100 km/h en tan solo cuatro segundos.
En 2022, la compañía introducirá una versión 100% eléctrica del Serie 5 y del X1, así como del Serie 7 y del Mini Countryman. La previsión es que el 90% de su gama disponga de una variante eléctrica para 2023.
La multinacional tiene el objetivo de que en 2030 "al menos" el 50% de sus matriculaciones mundiales corresponda a modelos con una motorización eléctrica, una cifra que se situará en el 20% entre 2025 y 2030. En diez años, BMW prevé contar con diez millones de vehículos eléctricos en las carreteras.
Como parte de esta orientación, la marca Mini dejará de introducir motores de combustión desde 2025 y a partir de esa fecha solo lanzará vehículos eléctricos. Así, para 2027 al menos el 50% de sus entregas será de versiones eléctricas.