Volvo vivió en 2018 una aparente paradoja. Mientras que las ventas subían sustancialmente hasta un nuevo récord de 642.253 unidades, su beneficio se estancó al crecer un 0,9% y llegar a 1.355 millones de euros.
Los ingresos de Volvo se dispararon un 21% en 2018 gracias al aumento de las ventas de coches. El resultado de esa ecuación fue un descenso del margen de beneficio operativo del 6,7% de 2017 a, 5,6% en 2018, según ha explicado la compañía este jueves.
Continuidad en 2019
“Este resultado está en línea con nuestras expectativas, pero no está a la altura de nuestras ambiciones a largo plazo. El crecimiento de los ingresos y las ventas en 2018 fueron saludables, pero la rentabilidad se vio afectada por factores externos como las tarifas y el aumento de la competencia de precios en varios mercados", ha indicado Hakan Samuelsson, presidente y CEO de Volvo.
La previsión para 2019 es de continuidad con la evolución de 2018, según ha explicado el directivo, ya que la marca espera un aumento de las ventas gracias a la ampliación de la gama de modelos y de la capacidad de producción de Volvo, aunque los márgenes de beneficio seguirán bajo mucha presión.