Aston Martin vendió 1.595 unidades de su nuevo SUV deportivo DBX en el primer semestre de 2021. Pueden parecer pocos, pero para una marca como Aston Martin, que opera en el nicho de mercado de los deportivos de lujo, supuso la salvación de sus ventas y un alivio para sus cuentas. El nuevo SUV supone ya un 55% de las ventas de Aston Martin, que gracias a ese impulso logró rebajar de forma sustancial sus pérdidas y acercarse al punto de equilibrio.
Las ventas totales de la marca británica ascendieron a 2.901 vehículos, lo que supone una mejora del 224% en relación con la primera mitad de 2020, cuando solo vendió 895 unidades. La gran diferencia entre los dos periodos es, además de la mejora del mercado tras los cierres por la pandemia, el lanzamiento del SUV DBX en el verano de 2020.
Rescate de Aston Martin
Su pérdida antes de impuestos cayó de 227 millones de libras (266,8 millones de euros) en el primer semestre de 2020 a 91 millones de libras (107 millones de euros). Las previsiones de ventas de la marca apuntan a un vlumen de 6.000 vehículos al cierre de 2021. El objerivo que se ha marcado la firma es llegar a 10.000 unidades anuales. Los ingresos de la compañía ascendieron 498,8 millones de libras (586 millones de euros), un 242% más que en 2020.
"Basándonos en el éxito de DBX, nuestro primer SUV, hemos entregado dos vehículos nuevos más y con lanzamientos de productos más emocionantes por venir, estamos bien posicionados para el crecimiento", dijo el presidente ejecutivo, Lawrence Stroll, convertido en el primer accionista de la firma tras rescatarla en un momento de apuros hace un año.