Los aranceles adicionales de la Unión Europea a los coches eléctricos chinos ya son una realidad, aunque todavía hay partido. Tras acabar el primer periodo exprés de negociación desde que la Comisión Europea anunció los nuevos aranceles, Bruselas publicará este jueves los gravámenes de hasta el 48% para su entrada en vigor el día 5 de julio. Pero todavía quedan meses hasta que se empiecen a cobrar de forma efectiva, que aprovechará Alemania para seguir impulsando la negociación.
A partir de la publicación de los nuevos aranceles en Diario Oficial de la UE se abrirá un periodo de cuatro meses, hasta noviembre, para que la penalización fiscal a los coches fabricados en China se convierta en definitiva y se empiece a cobrar con efectos retroactivos desde julio.
Presión y criticas de Alemania
El dia antes de la publicación de los aranceles provisionales, tanto la asociación de fabricantes de automóviles de Alemania (VDA) como el Gobierno que encabeza el canciller Olaf Scholz instaron a parar el castigo que se pretende infligir a China puesto que perjudicará a los grupos automovilísticos europeos, con múltiples conexiones e intereses con el país asiático. Sin embargo, la Comisión Europea no hizo caso de estas peticiones al considerar que las subvenciones de China impulsan que los vehículos eléctricos chinos, que cuestan de media un 20% menos que los europeos, tengan ya una penetración del 8% en el mercado comunitario que podría llegar al 15% en 2025.
El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, mostró su confianza en lograr en los próximos meses una solución política para evitar una guerra comercial con China y los efectos negativos sobre fabricantes europeos, especialmente alemanes. "También China es un país que exporta y si esto se entiende, si nos tomamos en serio los respectivos puntos de vista de la otra parte, entonces hay un buen corredor para una posible solución, y de esto estamos hablando intensamente con la Comisión y con los chinos también", indicó el ministro alemán.
La patronal VDA instó a Bruselas a que se abstenga a imponer los aranceles al considerar que "no redundan en el interés de la Unión Europea (UE)", y a iniciar un diálogo "que se lleve a cabo con seriedad".
Impulso de la competencia
Los fabricantes alemanes recuerdan que los aranceles no solo afectarían a los fabricantes chinos, sino "sobre todo a las empresas europeas", ya que hay numerosos modelos de estas compañías que se importan desde fábricas chinas. Además, la patronal considera que existe un riesgo real de escalada del conflicto comercial que se puede extender a otros sectores y causar "daños incalculables". De hecho, la primera represalia de China consiste en iniciar una investigación para imponer aranceles a las importaciones de carne de cerdo, lo que afecta especialmente a España.
"La competitividad la crea la competencia. Los aranceles antisubvenciones no son una medida adecuada para reforzar la competitividad y la resistencia europeas a largo plazo", afirma VDA, que propone como alternativa impulsar la competitividad europea mediante el libre comercio, el fomento de la investigación y la innovación y una política abierta a todas las tecnologías.
