La dirección de la fábrica de Volkswagen de Navarra ha optado finalmente por cerrar otros cinco días aunque por separado los viernes a partir del 26 de octubre. Queda por decidir quién asumirá el coste del nuevo parón, que esta vez Se hará sin el anterior ERE temporal. La plantilla de la planta de Volkswagen de Pamplona se ha enterado hoy que la compañía ha optado por la vía lenta para aplicar los cinco días de inactividad programados desde el cuartel general de la multinacional en Alemania.
La otra opción que estaba barajando era ejecutar los cinco días de parón agrupados en una semana. De momento, Volkswagen ha planificado que se detenga la producción de Navarra los viernes 26 de octubre y 2 de noviembre, que se unirá al festivo del 1 de noviembre. Quedaran por tanto otros tres días por programar que la compañía administrará en función de cómo evolucione el suministro de motores. A la falta de la nueva homologación WLTP de algunos motores se has unido ahora problemas en la entrega de algunas piezas por parte de proveedores de las plantas alemanas donde se fabrican los propulsores.
Sobre la mesa ha quedado un asunto espinoso: el tratamiento legal que dará la empresa a esos cinco días de parón que empezarán el 26 de octubre. Los sindicatos han advertido de que el coste tiene que ser asumido por la compañía, ya que existe un acuerdo para que no se aplique un ERE temporal y no aceptarán que vaya a cargo de la bolsa de horas de flexibilidad interna porque obligaría a devolver esas jornadas más adelante.
