La fábrica de Volkswagen de Navarra ha anunciado la contratación inmediata de 452 trabajadores para hacer frente al aumento de la producción. La compañía prevé mantener esos nuevos puestos de trabajo, como mínimo, hasta final de este año aunque ha llamado a la prudencia ante la incertidumbre que se vive en los mercados debido a la evolución de la pandemia.
La empresa acaba de poner en marcha el tercer turno nocturno y ahora anncia la aplicación de nuevas medidas de flexibilidad interna previstas en cl convenio colectivo con el fin de incrementar todavía más el volumen de producción. Volkswagen ha indicado que ha recibido un pedido adcional de 5.000 unidades del modelo Polo para entregar hasta final de año. Tras este incremento, el volumen productivo anual de la factoría de Pamplona se moverá en el entorno de los 247.000 vehículos (137.000 T-Cross y 110.000 Polo).
Para poder cumplir con el nuevo programa, Volkswagen Navarra "empleará dos de las fórmulas de flexibilidad previstas en el IX Convenio Colectivo: los desplazamientos de pausas y el trabajo en sábado", ha indicado la firma. Los primeros operarios se incorporarán a la fábrica progresivamente a partir del lunes 7 de septiembre para recibir la formación y reforzar las líneas de montaje para poder aplicar tres desplazamientos de pausa diarios en los que la cadena no parará.
1.581 coches al día
Además, los nuevos empleados también reforzarán los turnos de trabajo que se convocarán en los próximos meses durante los sábados para poder aumentar la producción. Tras la entrada del tercer turno el pasado día 24 de agosto, la fábrica completó el proceso de vuelta al volumen de actividad productiva previa a la pandemia, con 1.438 vehículos al día. Ahora, con las nuevas medidas de flexibilidad, la producción diaria llegará hasta los 1.581 coches, gracias a los 44 coches que se “ganan” en el turno de mañana y en el de tarde, y a los 55 del de noche. A estas cifras habría que añadir los coches que se fabriquen los sábados.
El pedido de los 5.000 coches adicionales tiene que ver con "el buen comportamiento de las ventas del Polo y el T-Cross en un mercado europeo cuyo crecimiento durante el pasado mes de julio superó las expectativas", ha asegurado Volkswagen Navarra, que apunta como causas del repunte los planes de ayuda a la compra de coches impulsados por varios gobiernos europeos, la apuesta de muchos ciudadanos por el transporte individual en detrimento del colectivo por temor al contagio, y la necesidad de llenar de coches un sistema que, tras el fin de confinamiento, se había vaciado al coincidir la reactivación de la demanda con el parón productivo.
Prudencia de la empresa
Además, las previsiones hasta final de año son positivas en estos momentos, "siempre a la espera de la evolución de la pandemia de la COVID-19 en los próximos meses y de su mayor o menor impacto en la economía".
El presidente de Volkswagen Navarra, Emilio Sáenz, ha calificado este aumento del programa productivo como “una gran noticia”, aunque ha hecho un llamamiento a la prudencia: “Se trata de una recompensa al excelente trabajo de toda la plantilla, también durante los últimos meses, en los que ha hecho gala de un comportamiento responsable en el cumplimiento de las medidas de seguridad, prioritarias en todo momento para nuestra fábrica y nuestro Grupo. Pero la situación sigue siendo de máxima inestabilidad e incertidumbre, por lo que nuestra mirada al futuro cercano tiene que mezclar optimismo, trabajo humilde y cautela”.
