Los últimos datos aportados por la dirección de Volkswagen confirman los buenos resultados de la fábrica de la compañía en Navarra. La inversión ascendió a 105,1 millones de euros mientras que la producción subió un 11,5%.
Los 105,1 millones invertidos por Volkswagen en Navarra en 2018 se destinaron principalmente a los preparativos de la producción del nuevo SUV pequeño de la marca T-Cross, que tuvieron un coste de 66,1 millones. El resto fue a parar a mejoras en la línea de producción del Polo (17,1 millones) y a otras actuaciones en la factoría (21,9 millones).
Esta inversión de 2018 forma parte de los casi 1.000 millones de euros comprometidos por Volkswagen en el plan de 2015 a 2021 para lanzar la nueva generación del Polo y el T-Cross. En el año pasado, una buena parte de las inversiones sirvieron para adaptar los talleres a la producción del nuevo SUV, a mejoras en el proceso de pintado de los coches y a mejoras en ergonomía.
Inversión de futuro en VW Navarra
“Con estas inversiones Volkswagen Navarra reafirma su compromiso con el desarrollo de productos orientados al futuro para la fábrica. En este sentido, el segundo modelo cumple con la tendencia y el gusto de los clientes hacia los SUV y ayuda a la fábrica a asegurar y crear empleo“, indicó en un comunicado Ingo Neubert, director de Finanzas de Volkswagen Navarra.
La producción alcanzó en 2018 los 272.272 coches, de los que únicamente 231 fueron T-Cross y el resto Polo. La rápida caída del diésel en los mercados europeos se aprecia en la producción de la planta, en la que el 84,3% de los vehículos fueron de gasolina. Los colores más solicitados fueron el blanco puro (25,4%) y el negro profundo (15,9%).
De cara a 2019, Volkswagen prevé una producción de 320.227 unidades gracias a que el ensamblaje del T-Cross llegará a su velocidad de crucero después de la fase inicial y alcanzará 142.400 vehículos. Se trata del tercer mejor dato de producción de Volkswagen Navarra desde 2010 y 2011.