El Grupo Volkswagen, como aspirante a consolidar el trono del primer fabricante mundial de vehículos, se ha enfrentado a un duro temporal en el primer semestre. A pesar de la caída de mercados cruciales como el de China, el grupo alemán logró una mejora de sus resultados en la primera mitad de 2019.
El beneficio operativo de la multinacional aumentó un 1,9% en el periodo de enero a junio en comparación con los mismos meses del año anterior, con lo que llegó a 9.800 millones. Incluso teniendo en cuenta el desembolso de 1.000 millones para hacer frente a las secuelas del dieselgate, el Grupo Volkswagen logró una mejora de sus ganancias incluso más abultada, del 10,3%, debido a la suavización de la factura de la manipulación de motores. Con todo ello, el beneficio antes de impuestos creció un 6,5% y llegó a 9.600 millones.
Menos ventas
Los ingresos por ventas de Volkswagen aumentaron un 4,9% y alcanzaron los 125.200 millones de euros a pesar de que las matriculaciones descendieron en un 2,8%. La clave fue un incremento del precio medio de los vehículos comercializados.