El grupo Volkswagen ha puesto la primera piedra de un gran cambio. El fabricante automovilístico ha puesto en marcha una línea piloto de fabricación de baterías con el objetivo de no ser tan dependiente de los grandes productores asiáticos que dominan el mercado mundial. La nueva línea ubicada en el norte de Alemania será el paso previo a la apertura de una factoría de gran capacidad conjuntamente con la firma Northvolt.
El aprendizaje de Volkswagen tiene lugar en las nuevas instalaciones de Salzgitter para series pequeñas y que servirá de base para la producción a gran escala. Unos 300 expertos desarrollarán y probarán procedimientos de producción innovadores para la producción de dispositivos de almacenamiento de electricidad basados en iones de litio.
El grupo alemán invertirá 870 millones de euros en 2019 y 2020 en la producción de componentes para eléctricos y hasta 2023 unos 3.800 millones de euros. En 2023/24 comenzará a funcionar también una fábrica mediante una sociedad de riesgo compartido con la compañía sueca Northvolt. Además, el grupo VW va a comenzar una instalación piloto para el reciclaje de baterías a partir de 2020.
1.000 empleos nuevos
El grupo, que hasta ahora compraba las baterías a empresas asiáticas, va a crear 1.000 empleos a medio plazo en Salzgitter, 300 de ellos en el centro de desarrollo y producción que se ha abierto hoy y 700 en la sociedad de riesgo compartido con Northvolt.
Mediante la concentración de competencias en Salzgitter, Volkswagen quiere asegurarse de "poder impulsar el desarrollo de las baterías como componente clave en la electrificación y poder trasladarlas rápidamente a la producción en serie", según el director de Compras del grupo, Stefan Sommer.
En Salzgitter el grupo VW producirá pilas de batería, en Braunschweig, sistemas eléctricos y en Hannover un dispositivo de carga rápida en serie a partir de 2020, similar a un "Powerbank". A partir de 2020 se ubicará en Salzgitter una fábrica de 16 gigavatios-hora, que comenzará a producir entre 2023 y 2024.
