Mientras la dirección de Nissan sigue empecinada en cerrar la fábrica de Barcelona sin argumentos sólidos, los sindicatos intentan romper el muro de la multinacional ofreciendo una alterantiva. El secretario general de la UGT, Pepe Álvarez, ha instado a la compañía a aceptar una negociación sobre la producción de un nuevo modelo que conllevaría una posible reducción de costes a cambio del compromiso industrial.
"Lo importante es que Nissan ofrezca alternativas", ha asegurado Álvarez en respuesta a una pregunta de la web Coche Global sobre la posibilidad de negociar un acuerdo de competitividad que pudiera incluir una rebaja de los costes labroales en la planta de la Zona Franca. "Si hay una alternativa, todo lo demás formaria parte de un proceso de negociación", ha subrayado el líder de la UGT, buen conocedor de la agonía sufrida por la factoría catalana durante su largo mandato al frente del sindicato en Cataluña.
"Pero hoy solo tenemos una comunicación por videoconferencia para cerrar", ha asegurado Álvarez, que ha cargado contra el 'modus operandi' de Nissan al anunciar el cierre durante la pandemia y el estado de alarma, lo que hace que esa "traición" haya que la decisión sea "mucho más dolorosa y inhumana".
Reacción de los políticos
El responsable de la Federación de Industria de UGT, Pedro Hojas, también ha defendido el escenario de la negociación de un acuerdo de competitividad como los firmados con anterioridad para la planta de Nissan, a pesar de que la compañía incumplió sus compromisos industriales y de plantilla. "Nos gustaría estar debatiendo con Nissan para traer un coche electrico", ha asegurado Hojas.
Tanto Hojas como Álvarez confían en la capacidad de presión a través de las movilizaciones y de la reacción de los dirigentes políticos para hacer algo más que "solidarizarse" con los 25.000 trabajadores que pueden perder sus empleos.
.Para el el secretario general de UGT de Cataluña, Camil Ros, ha reclamado revertir la situación con alternativas que opten por mantener la producción de la automovilística dentro de la alianza de Nissan con Renault y Mitsubishi. Para ello, ha pedido a las administraciones que dejen de actuar como "apis" que buscan colocar los terrenos que quedarán libres tras la marcha de Nissan a final de 2020.
Plan B para Nissan en Barcelona
"No nos interesan almacenes ni una alternativa de 200 empleos con sueldos de miseria. Queremos una solución para una ubicación privilegiada", ha asegurado Pepe Álvarez, que ha añadido que los trabajadores tienen derecho a saber todos esos planes. "Las administraciones no tienen que acompañar, sino también ser parte activa".
Unas horas antes, el presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, se ha dedicado a repetir las consignas lanzadas cuando se anunció el cierre en varias entrevistas con algunos medios seleccionados por la multinacional. Ha intentado mantener el muro levantado contra las movilizaciones y cualquier intento de frenar el cierre con os mismos argumentos de que la planta de Barcelona no sería viable ni siquiera con un modelo nuevo, aunque acto seguido asegura que la fábrica cierra por su bajo nivel de producción. Al mismo tiempo, ha defendido a ultranza la planta del Reino Unido, aunque ha reiterado que pesa sobre ella la amenaza de un Brexit sin acuerdo con la UE.