Da la impresión de que los candidatos llegan a las elecciones del 10-N sin haberse esforzado lo suficiente en la asignatura de la transición energética. Quizá piensan que se trata de una María para la que se requiere poco esfuerzo para aprobar, tal como recuerda la definición del diccionario de la RAE. A pesar de la urgencia de la lucha contra el cambio climático y de la necesidad de salir al rescate del sector del automóvil antes de que sea demasiado tarde, los líderes políticos han demostrado una grave amnesia en relación esa asignatura pendiente.
Si tengo que guiarme por las cartas que me han enviado a mi casa los candidatos para pedirme mi voto, la transición energética prácticamente no existe. Y si me tengo que quedar con lo expuesto en el único debate con los cinco cabezas de lista, tampoco. De los señores que han aparecido en mi buzón, solo tres hacen alguna mención en el 'contrato' que me proponen para llegar a la Moncloa y gobernar España durante cuatro años.
Propuestas de los líderes políticos
Los tres candidatos que hacen un hueco en los argumentos relacionados con el monotema de la unidad de España y el independentismo en Cataluña son Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. Los otros tres candidatos (Pablo Casado, Santiago Abascal y Gabriel Rufián) se olvidan por completo de las medidas contra el cambio climático y sobre la industria de automoción. Y eso sin contar con algunas candidaturas como Junts per Catalunya y la CUP que no llegaron a mi buzón
Sánchez se refiere a la aprobación de la Ley de Cambio Climático que quedó truncada por su convocatoria de elecciones como uno de los temas "que más nos importan". Albert Rivera promete "triplicar la inversión en I+D para desarrollar tecnologías contra el cambio climático". Pablo Iglesias es el candidato que más relavancia da a esta asignatura María, sobre la que dice que "es el momento de un cambio de paradigma" mediante "políticas comprometidas con la defensa de la vida y del planeta".
Medidas urgentes
La búsqueda de más desarrollo de este asunto en el debate televisivo fracasó por completo. Apenas hubo una mención en forma de zasca de Casado hacia Sánchez por legislar contra el sector del automóvil y generar desempleo, según espetó.
Tenemos una difícil papeleta a juzgar por la racanería de los dirigentes políticos con sus propuestas en un asunto del que tendrán que ocuparse con urgencia si llegan a la Moncloa en busca de un difícil equilibrio entre el freno al cambio climático y el apuntalamiento del sector del automóvil para que pueda hacer la transición hacia la nueva movilidad.