El típico aviso de que el espacio de almacenamiento está lleno no es algo exclusivo de las nubes online, de los smartphones o los ordenadores. Le acaba de suceder a Toyota aunque a gran escala, tanto que el descuido de liberar espacio en sus servidores provocó un parón total de sus fábricas de Japón.
Toyota ha indicado que el fallo de sistema que obligó a parar la producción de sus 14 fábricas en Japón se debió a la falta de espacio del servidor durante unas labores de mantenimiento regulares el día 27 de agosto, un día antes de la incidencia. Según ha confirmado la marca en un comunicado, el problema no fue causado por un ataque cibernético, sino por la eliminación y organización de datos acumulados en el servidor durante un proceso de mantenimiento regular que, debido a la falta de espacio, provocó que el sistema se detuviera.
Trasvase de datos a otro servidor
Las plantas reanudaron su operación el 29 de agosto, tras restablecer el sistema transfiriendo los datos a un servidor de mayor capacidad. Tras volver a reiterar sus disculpas, Toyota ha asegurado que revisará en el futuro sus procedimientos de mantenimiento y aumentará los esfuerzos para evitar que esto se repita.
Toyota, que inicialmente suspendió 25 líneas de producción en 12 plantas, tuvo que paralizar las 28 líneas en las 14 fábricas que tiene en Japón debido a un fallo en el sistema informático que no permitía realizar pedidos de piezas. El cese de producción provocó que se dejaran de producir miles de coches y también repercutió en la bolsa, donde las acciones de Toyota cayeron.
Ciberataque anterior
Toyota sufrió en marzo problema parecido tras tener que detener la producción en todas sus plantas tras un ciberataque a uno de sus proveedores. Las operaciones tardaron varios días en recuperarse y tuvo un efecto del 5% de la producción mensual de la compañía. En ese momento, el Gobierno japonés alertó del riesgo de que Rusia se encontrara detrás del ciberataque como represalia a las sanciones por la invación de Ucrania.
El nuevo problema informático sufrido por Yoyota coincide con la polémica generada por el vertido al océano de agua procedente de la central nuclear de Fukushima, afectada por un terremoto. China ha mostrado sus quejas por el riesgo de este vertido para el medio ambiente.
