Los sindicatos tiene una amplia experiencia en negociar recortes de plantilla, pero pocas veces han visto lo que ha sucedido en Torrot Gas Gas. Después de pactar un ERE para despedir a 20 empleados, la empresa controlada por el fondo de inversión Black Toro Capital decidió el último día hábil que tenía para aplicar el ERE cambiar los despidos por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Los sindicatos atribuyen el súbito cambio de opinión de Torrot Gas Gas a su mala situación financiera, agravada por una deuda de 23 millones de euros, superior a los 22 millones de facturación en 2018, después de superar un concurso de acreedores hace unos años.
Falta de proyecto
Con la puesta en marcha de un ERTE por un periodo de seis meses, la compañía se ahorraría el coste de las indemnizaciones pactadas de 33 días de sueldo con un tope de 12 mensualidades que hubieran supuesto los despidos y también el salario durante es periodo de inactividad. Durante el ERTE, la empresa únicamente tiene que abonar las cotizaciones a la Seguridad Social.
Sin embargo, los sindicatos ven con recelo la nueva estrategia de Black Toro Capital y del consejero delegado de Torrot Gas Gas, Iván Contreras, ya que no visualizan un horizonte de mejora en la ctividad de fabricación de motos ni en el proyecto de un construir un triciclo en unas nuevas instalaciones en Cádiz. De hecho, el ERTE afectaría a 128 empleados de todos los centros de Torrot Gas Gas en Salt, Vilablareix, mataró y Cádiz.
