Tesla acabó el año 2018 con unas pérdidas de 976 millones de dólares (849 millones de euros). El resultado supone un porcentaje del 5,5% en relación con los ingresos obtenidos, que ascendieron a 15.337 millones de euros. Aunque la foto final de 2018 sigue siendo negativa, la compañía de Elon Musk ha conseguido doblar su facturación y reducir a la mitad los números rojos que tenía en 2017.
El emprendedor y consejero delegado de la marca de coches eléctricos de lujo respondió a las cifras prometiendo que 2019 será "un año apasionante" en el que el modelo Tesla Model 3 se convertirá en un vehículo auténticamente global que permitirá que la compañía logre una "rentabilidad positiva sostenible".
El sorpaso conseguido por Tesla en el tercer trimestre de 2018 al obtener los primeros resultados positivos se mantuvo en el último trimestre del año pasado, aunque con menor intensidad. Las ganancias pasaron de 311 millones de dólares en el verano de 2018 a 139,4 millones en los tres últimos meses del ejercicio. Sin embargo, las abultadas pérdidas del primer semestre de 2018, en pleno inicio de producción del Model 3, dio como resultado las pérdidas de 976 millones de dólares en el conjunto del año. En 2017, Tesla perdió 1.961 millones de dólares.
Ahorro por más de 3.000 despidos
Para conseguir esa rentabilidad sostenible que promete Elon Musk, la empresa anunció recientemente el despido de más de 3.000 empleados. El recorte, que supondrá un ahorro anual de unos 400 millones de dólares, fue justificado por Musk como necesario para poder producir la versión más barata del Model 3 de 35.000 dólares. En 2018, Tesla fabricó casi 140.000 unidades del Model 3 con las versiones de gama media y alta y en el mercado de Estados Unidos. Además, la marca vendió 99,475 unidades de los modelos S y X.
Las cuentas de Tesla fueron bien recibidas por los inversores, que premiaron a la empresa con una subida de la cotización de las acciones del 3,80%. La mejora se produce después de sufrir fuertes caídas durante el mes de enero y en diciembre.