Por primera vez en su historia, Tesla ha alcanzado una capitalización de mercado de 1,5 billones -billones de millones- de dólares, casi la mitad del valor total de los fabricantes de automóviles a nivel global. Este hito coincide con la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Con esta valoración de 1,5 billones de dólares en la tercera semana de diciembre (en los días posteriores bajó hasta 1,42 billones), Tesla no solo es el fabricante de automóviles más valioso del mundo, sino que supera, por sí sola, el valor combinado de los 29 mayores competidores en el sector, además de suponer el 48,3% de la capitalización del mercado global automovilístico. Entre estos, destacan Toyota, con una capitalización de mercado de 231.000 millones de dólares, seguida por BYD (107.000 millones), Xiaomi (98.000 millones, incluyendo también su negocio electrónico) y Ferrari (81.000 millones).
Según expertos del mercado, los inversores están apostando por la estrecha relación entre Musk y Trump, así como por el papel creciente del magnate en la administración estadounidense. Las expectativas en torno al impacto de estas políticas han disparado el valor de las acciones de Tesla, que en lo que va de año han registrado un aumento del 57%. Los inversores también confían en que la próxima fase de crecimiento de la compañía vendrá impulsada por su tecnología de conducción autónoma y su proyecto de Robotaxi, un servicio de transporte basado en vehículos eléctricos totalmente autónomos.
Contraste entre capitalización y producción
Si miramos el ranking de facturación vemos cómo mandan las dinámicas del mercado tradicional “occidental”, donde los gigantes automovilísticos europeos, japoneses y americanos continúan liderando gracias a sus volúmenes de producción y diversidad de modelos. A pesar de su enorme capitalización de mercado, Tesla sigue lejos de los líderes en volumen de producción. En 2023, la compañía vendió 1,8 millones de vehículos, mientras que Toyota, la mayor productora mundial, alcanzó los 11,2 millones. Esta discrepancia genera las lógicas suspicacias que cuestionan si la valoración de Tesla refleja un crecimiento sostenible o es producto de especulaciones excesivas.
Sin embargo, los defensores de Tesla argumentan que la compañía no debe ser evaluada únicamente como un fabricante de automóviles, sino como una plataforma tecnológica con amplias ramificaciones en energías renovables, software de conducción autónoma e inteligencia artificial. El auge de Tesla también ha consolidado a Elon Musk como la persona más rica del mundo. Su patrimonio neto alcanza ya los 462.000 millones de dólares en diciembre de 2024, muy por delante de Jeff Bezos, cuya fortuna asciende a 243.000 millones.
El dominio de Tesla en capitalización contrasta con su posición en términos de ingresos. Según el ranking por facturación, Tesla ocupa la décima posición mundial - facturación de 97.150 millones de dólares en 2023-, en una lista liderada en 2023 por el Grupo Volkswagen -354.860 millones de dólares en el mismo período con una capitalización bursátil que apenas alcanza los 48.000 millones-. En el caso de Tesla, cada dólar generado en ingresos equivale a aproximadamente 15 dólares en valor bursátil. Por otro lado, para Volkswagen, esta proporción es de apenas 0,14 dólares, lo que evidencia la disparidad entre las empresas orientadas al crecimiento futuro y las de negocio tradicional.
En el ranking en facturación 2023, Toyota ocupaba la segunda posición con una facturación de 312.280 millones de dólares, pero con una valoración bursátil actual que alcanza los 231.000 millones de dólares, proporción más equilibrada entre su valor en bolsa e ingresos, o lo que es lo mismo, refleja un modelo de negocio más estable.
Ford, General Motors, BMW, Mercedes, Honda, Hyundai y Stellantis también superaban a Tesla en facturación con las cuentas de 2023, mientras que BYD, la marca china en pleno auge y con la que Tesla pelea por ser el mayor fabricante mundial de vehículo eléctrico, ocupaba el puesto 11 en facturación -cambiará cuando se cierre el ejercicio, sin duda- Mientras tanto, cruzamos un modelo bien balanceado de capitalización de 107.000 millones de dólares y unos ingresos en el ejercicio anterior de 95,710 millones.
Empresas históricas como Ford y General Motors ejemplifican, al igual que el Grupo Volkswagen, cómo las automotrices tradicionales mantienen altos niveles de ingresos (182.740 millones y 182.710 millones de dólares, respectivamente), pero sus valoraciones bursátiles se mantienen relativamente bajas (41.000 y 58.000 millones de dólares).
Y terminamos con el segmento de lujo, Ferrari y Porsche destacan. Ferrari, con una capitalización bursátil de 81.000 millones de dólares, logra una valoración alta pese a ingresos más modestos, ya que el mercado premia su modelo de negocio basado en la escasez y el prestigio. Porsche, aunque genera más ingresos (42.590 millones de dólares frente a los 20.240 millones de Ferrari), mantiene una capitalización inferior (58.000 millones).
¿Qué significa para la industria?
La disparidad entre las valoraciones bursátiles y los ingresos plantea preguntas fundamentales sobre cómo los mercados definen el éxito. Mientras las marcas tradicionales continúan generando ingresos masivos, las empresas tecnológicas como Tesla están capturando la atención de los inversores gracias a su potencial disruptivo. El caso de Tesla pone en evidencia cómo las narrativas de innovación, liderazgo tecnológico y visión de futuro están superando los fundamentos financieros tradicionales en el sector automotriz. Con los mercados globales en constante evolución, el éxito de Tesla podría inspirar a otros fabricantes a priorizar la innovación y la tecnología para captar la imaginación de los inversores. Sin embargo, para los líderes tradicionales, este cambio plantea el desafío de adaptarse sin perder de vista la sostenibilidad financiera.