El consejero delegado del grupo Stellantis, Carlos Tavares, ha viajado a Turín coincidiendo con el anuncio del parón de la producción del Fiat 500e eléctrico en la planta de Mirafiori. Tavares ha dado la cara para anunciar la ubicación en Turín de un centro de la división de furgonetas Stellantis ProOne. Allí aprovechó para iuntentar calmar los ánimos de los inquietos trabajadores italianos a costa de lanzar un dardo a Volkswagen.
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"Estamos trabajando duro para evitar situaciones similares a la de Volkswagen (cierre de plantas y despidos en Alemania) y el futuro nos dirá si hemos podido evitarlas o no", dijo Tavares en referencia a la difícil situación que atraviesa el primer fabricante europeo, la alemana Volkswagen, por la caída de su rentabilidad.
Carlos Tavares ha subrayado que Stellantis ha hecho los deberes en materia de ajustes de costes, precisamente la especialidad del directivo. "Hemos tomado muchas decisiones impopulares en los últimos años para evitar en la medida de lo posible la situación que está viviendo Volkswagen", indicó el CEO de Stellantis a medios italianos durante su visita a la planta de Mirafiori.
En la histórica fábrica italiana ha tenido que hacer frente al desánimo e incertidumbre de la plantilla, que estará sin trabajar durante casi un mes debido al descenso de los pedidos del modelo 100% eléctrico Fiat 500e en medio de un frenazo en las ventas de vehículos eléctricos en Europa. La planta italiana está a la espera de sumar una versión de gasolina híbrida para intentar aumentar la producción.
El problema del precio de los eléctricos
Tavares recordó que "el gran problema de la electricidad es la accesibilidad económica", es decir, el sobrecoste de los coches eléctricos respecto a los de gasolina. "Nuestros consumidores quieren comprar (el coche) eléctrico al precio" de los automóviles clásicos, "pero las empresas que intentan hacerlo se están metiendo en problemas", agregó. Además, la rebaja o eliminación de incentivos a los compradores de vehículos eléctricos en algunos países europeos no ayuda a mejorar la situación.
De momento, Tavares intentó calmar los ánimos de los trabajadores de Stellantis en Mirafiori, que no se han visto afectados por los recortes de años anteriores pero que ahora temen por su futuro. El cirectivo participó en la inauguración en Mirafiori de un 'hub' mundial de la división de vehículos comerciales Stellantis ProOne.
