Stellantis ha presentado unos resultados económicos que no han estado a la altura de las expectativas, según ha reconocido Carlos Tavares, el CEO del grupo. La compañía automovilística trunca una racha en la que ha encadenado récords desde la fusión de PSA y FCA, lo que ha provocado un desplome de las acciones en la bolsa justo en el momento de comenzar la sesión y que acabó con un -8,69%. El beneficio de Stellantis se redujo un 48% en el primer semestre, hasta los 5.647 millones de euros. Entre las causas se encuentra las frecuentes interrupciones de producción por problemas de suministro.
El resultado operativo de Stellantis bajó casi lo mismo, un 51%, hasta 6.639 millones de euros. La facturación bajó un 14%, hasta 85.017 millones de euros. Como consecuencia, la rentabilidad, medida a través del margen operativo corriente, cayó más de cuatro puntos al pasar del 14,4% en la primera mitad de 2023 al 10% en 2024.
Paradas de producción
“El desempeño de la empresa en el primer semestre de 2024 no estuvo a la altura de nuestras expectativas, lo que refleja tanto un contexto industrial desafiante como nuestros propios problemas operativos", admitió Carlos Tavares, un directivo obsesionado por la contención de los costes para maximizar la rentabilidad y que ha tenido que ver cómo se ha roto de forma brusca la buena racha.
Stellantis atribuye los malos resultados a una "combinación de iniciativas de reducción de inventario, brechas temporales de producción de productos debido a una transición generacional de la cartera y una menor participación de mercado, particularmente en América del Norte".
La planta de Vigo es un reflejo de esa coyuntura por la que atraviesa Stellantis, con frecuentes paradas de producción que la empresa siempre atribuye a problemas de suministro de proveedores, aunque sin concretar si tiene relación con las dificultades logísticas por el desvío de la ruta marítima entre Europa y Asia por los ataques huties en el mar Rojo.
"Medidas correctivas"
Tavares agregó que "se necesitaban medidas correctivas que se están tomando para abordar estos problemas", y añadió la esperanza de una mejora de los resultados en los próximos meses gracias a "una emocionante ofensiva de productos, con no menos de 20 nuevos vehículos lanzados este año, lo que trae consigo mayores oportunidades".
El directivo puso el foco en la necesidad de mejora en América del Norte con el fin de "maximizar nuestro potencial a largo plazo". Las ventas de Stellantis en Norteamérica alcanzaron los 838.000 vehículos con un volumen de negocios que bajó un 16,5%, hasta 38.353 millones de euros. En Europa, con 1.387.000 matriculaciones, los ingresos bajaron un 14%, hasta 29.969 millones de euros; en Sudamérica, con 394.000 unidades vendidas el descenso de facturación fue del 2,6% a 7.367 millones de euros; en China, India y la región Asia-Pacífico, con 32.000, la baja fue del 4,6% hasta 1.986 millones.
