Carlos Tavares, CEO del grupo Stellantis, tiene la costumbre de realizar los últimos meses del año una visita por los diferentes países donde la empresa tiene presencia industrial. A la espera de la presencia en España en las próximas semanas ha hecho una visita a la fábrica francesa de La Janais, cerca de la localidad de Rennes, donde se ha comprometido a mantener la apuesta en Francia.
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Esta planta, que acaba de recibir una inversión de 160 millones de euros, se prepara para producir en 2025 un SUV compacto para Citroën basado en la plataforma DTLA Medium y denominado internamente CR3. Será el sustituto del actual C5 Aircross, que se fabrica aquí desde 2022, y para incrementar su actividad ha recuperado el ensamblaje de algunas piezas que hasta ahora se hacían externamente.
Garantías tras un recorte de empleo
Según recoge la prensa francesa, Carlos Tavares se comprometió con los trabajadores de la factoría francesa a mantener la plantilla y las actividades en los centros de producción franceses “al menos hasta 2030”. Francia concentra las plantas de Peugeot y Citroën, que crearon el antiguo grupo PSA posteriormente fusionado con el de Fiat y Chrysler (FCA), que tenía su sede en Italia, donde el Gobierno y los sindicatos acusan a Tavares de reducir la producción y el poder.
Tavares destacó que “el hecho de que Rennes acoja la plataforma STLA Médium implica que es capaz de acoger otras líneas de producción, pero no de inmediato. Puede haber otras oportunidades. Rennes tardó diez años en transformarse en profundidad. Sin embargo, su actividad depende del éxito del CR3, y en el mundo occidental en el que vivimos, nada es seguro. En cualquier caso, hay un futuro para cada fábrica, al menos hasta 2030”. Se estima que Citroën tendría que vender unos 50.000 vehículos al año del nuevo CR3 para que la fábrica de Rennes sea rentable. La nueva plataforma multienergía STLA Medium la estrenó en septiembre de 2023 el Peugeot e-3008 y permite fabricar sobre ella vehículos térmicos, híbridos y eléctricos.
El mes pasado Stellantis anunció la supresión de 250 puestos de trabajo temporales en esta fábrica que emplea actualmente a 1.800 personas. Tavares explicó que está reducción “no se debe al contexto económico, sino a la fase de transición que estamos atravesando”.
Recuperación de actividades
Las especulaciones sobre el futuro e esta fábrica, originalmente de Citroën y que en 1976 se incorporó al grupo PSA con Peugeot, pusieron en alerta a sindicatos y trabajadores. Ahora el grupo automovilístico busca tranquilizarlos asegurado que cada fábrica francesa del grupo acogerá una actividad relacionada con la movilidad eléctrica y que todas incluyen un vehículo eléctrico en su plan de carga.
“Para los vehículos eléctricos, habrá que encontrar fuentes de reducción de costes”, explicó el CEO de Stellantis, quien añadió que hace 20 o 30 años se externalizaban tareas porque se consideraba que los proveedores eran más eficientes que los fabricantes para ciertas piezas. Este ya no es el caso en absoluto y proceder así no parece aportar la mejor calidad y una reducción de costes”, explicó. Por eso en la fábrica de Rennes se ha sumado una nueva actividad, la inyección de plástico que antes hacían OPmobility y Novares.