El grupo automovilístico Stellantis, resultado de la fusión del francés PSA y del italo-estadounidense FCA, ha cerrado el primer trimestre del año con una caída de sus entregas de vehículos del 12% sobre el mismo periodo de 2021, hasta los 1,37 millones de unidades. Las marcas de Stellantis vieron afectada la producción por la escasez mundial de semiconductores.
En una reunión con analistas financieros, la dirección de stellantis, Stellantis alertó que el incremento de las materias primas supone una nueva amenaza para el sector de automoción, tras la pandemia del Covid y la escasez de semiconductores y que se está produciendo más problemas en la oferta que en la demanda. Pese a ello el grupo confía en mantener los ingresos, cerrar el año con un margen de dos dígitos y con un 'cash flow' positivo.
Stellantes se benefició en el primer trimestre de las mejores condiciones en los mercados americanos que europeos y recordó que la situación está siendo mucho más difícil en el viejo continente.
Sube la facturación
La facturación de Stellantis entre enero y marzo alcazó los 41.500 millones de euros, lo que supone un incremento del 12% sobre los 37.000 millones del primer trimestre de 2021. Este incremento, que se produjo pese a la caída de ventas en unidades, ha sido posible gracias al favorable cambio de divisas y a un mayor ingreso por vehículo entregado.
Los mayores ingresos han estado impulsados por los nuevos productos. En Norteamérica los Jeep Grand Cherokee L, Wagoneer y Grand Wagoneer, en Europa DS4, Nuevo Fiat 500, Opel Mokka y la gama de vehículos comerciales ligeros y en Oriente Medio y África los Jeep Grand Cherokee, Peugeot 3008 y Citroën C4. Mientras en Sudamérica el impulso lo han marcado Fiat Pulse, Jeep Compass, Peugeot 208 y Fiat Cronos. Las ventas en Europa de modelos de bajas emisiones se han incrementado un 50% sobre el año anterior.
Los accionistas recibieron el pasado 22 de abril un dividendo de 1,04 euros por acción, acordado por la Junta General.
