Los sindicatos de Seat han pedido al consejo de administración de la compañía que adapte a la nueva norma de emisiones Euro 7 los vehículos de combustión que se producen en la planta de Martorell. UGT y CCOO quieren evitar la muerte prematura de los modelos de gasolina, especialmente los más pequeños, a la espera de la llegada de nuevos vehículos eléctricos.
Los líderes sindicales de UGT y CCOO en el fabricante automovilístico, Matías Carnero y Rafa Guerrero, respectivamente, junto a la presidenta del comité de empresa mundial del grupo Volkswagen y dirigente de IG Metall, Daniela Cavallo, se reunieron el día 1 de marzo con la cúpula de Seat. En el encuentro participaron el presidente del consejo de administración, Thomas Schäfer; el de Seat y Cupra, Wayne Griffiths; la vicepresidenta de recursois humanos, Laura Carnicero, y el máximo responsable de producción del grupo alemán, Christian Vollmer.
Modelos amenazados por Euro 7
En el encuentro, UGT y CCOO plantearon a los directivos de Seat y Volkswagen dar "continuidad en el tiempo a los actuales modelos fabricados en Martorell de motor de combustión y su adaptación a la futura normativa Euro 7". El objetivo, según explican los sindicatos en un comunicado conjunto, es "facilitar de esta manera una transición justa y tranquila al vehículo eléctrico". Al mismo tiempo, defendieron la continuidad de la marca Seat y el fortalecimiento de Cupra.
Algunos de los modelos que se fabrican en Martorell podrían recibir un mayor impacto por el encarecimiento medio de unos 2.000 euros que supone la aplicación de Euro 7 en los motores. Los modelos más vulnerables son los mças pequeños y de precio más bajo, el Ibiza y el Arona.
Hace unos días, Griffiths, que también preside Anfac, pidió al Gobierno español que se oponga -durante la presidencia europea del segundo semestre- a la norma Euro 7 tal como está ahora mismo ante el riesgo real" de provocar cierres de fábricas y miles de despidos. "La mayoría de los vehículos que fabricamos en España desaparecerían si entra en vigor en julio de 2025", alertó Griffiths.
Proyectos pendientes en Seat
A largo plazo, los sindicatos han reiterado la necesidad de adjudicar a la planta de Martorell la producción de un nuevo modelo eléctrico de mayor tamaño que se sume a los compactos urbanos ya previstos de Cupra y Volkswagen. Ese modelo adicional podría optar a las ayudas del PERTE 2, según dijo Griffiths unos días antes.
Además, UGT y CCOO repasaron los proyectos pendientes en Seat en la transición hacia la movilidad sostenible: ubicar en la propia compañía una planta de ensamblado de las baterías fabricadas en Sagunto; impulsar el reciclaje de baterías y de vehículos en las instalaciones de Barcelona y adjudicar más piezas de vehículos eléctricos para transformar la factoría de cajas de cambio de El Prat.
