Treinta y cinco días después de las terribles imágenes de la planta de baterías de Silence calcinada por las llamas, la compañía ha logrado poner en marcha un nuevo centro. Las nuevas instalaciones en las que se preparan los packs de baterías para las motos eléctricas de la marca se encuentran junto a la línea de montaje inaugurada en la primavera pasada en Sant Boi de Llobregat.
La antigua nave destruida de Molins de Rei, que quedó destruida totalmente en un siniestro nocturno en el que no hubo heridos, ha dado paso a un nuevo centro levantado por Silence en un tiempo récord con la ayuda de proveedores. Tras el incendio, el Ministerio de Industria y el Departamento de Empresa de la Generalitat, que han invertido en Silence, mostraron su disposición a colaborar con el fabricante para reconstruir el centro de baterías, una parte esencial para producir las motos eléctricas.
Aumento de capacidad
“Quiero dar las gracias a todo el equipo de Silence y también a los proveedores que, algunos como los de las máquinas de soldar pilas, han trabajado 24/7 para poder llegar a donde estamos hoy”, ha indicado Carlos Sotelo, fundador y consejero delegado de Silence.
Las nuevas instalaciones han permitido a la compañía reforzar su posición como primer fabricante de motos en España y líder en Europa, según ha destacado la empresa. El centro de baterías tiene una capacidad para preparar 132 packs por turno, mientras que la línea de montaje puede ensamblar 120 motocicletas.
Uno de los primeros clientes en recibir sus motos eléctricas ha sido Seat, que ha empezado la producción de su modelo Seat MÓ eScooter, que empezará a vender el día 16 de diciembre.