La industria de la automoción ha vivido una semana especialmente convulsa, con noticias que apuntan a un cambio de ciclo en múltiples frentes: desde la política comercial internacional hasta la electrificación, pasando por cambios corporativos estratégicos y fricciones entre antiguos aliados. El sector entra en una nueva fase marcada por la incertidumbre, la velocidad y la necesidad urgente de adaptación.
Las cinco noticias destacadas de la semana muestran una realidad compartida: la industria automotriz ya no puede confiar en certezas pasadas. Está atrapada entre tensiones geopolíticas, disrupciones tecnológicas y la urgencia de una transformación sostenible. Las empresas que sean capaces de anticipar estos movimientos, adaptarse con rapidez y mantener una visión estratégica clara serán las que sobrevivan —y lideren— la nueva era del automóvil.
Trump declara la guerra comercial global… y la automoción en el punto de mira
El anuncio de Donald Trump de imponer un arancel del 25% a todos los vehículos importados a EE.UU. —y hasta un 34% en otros casos— ha encendido todas las alarmas. El impacto directo sobre las exportaciones de vehículos desde España será limitado, dado que las cifras ya eran marginales, pero la industria auxiliar sí queda expuesta. Solo en 2024, se exportaron más de 1.000 millones de euros en componentes a Estados Unidos, muchos de ellos integrados en vehículos alemanes o franceses.
El golpe podría ser más profundo si se tiene en cuenta el efecto dominó: reconfiguración de cadenas de suministro, alteración de inversiones planificadas y aumento de los costes para el consumidor final. En este contexto, fabricantes como Toyota, Volkswagen y BMW han expresado abiertamente su preocupación, mientras que Stellantis ha parado producción en México y Canadá y ha enviado al paro de forma temporal a 900 empleados en EEUU. Jaguar Land Rover también empieza a tomar medidas: para durante un mes las exportaciones a EEUU a la espera de ver cómo evoluciona el nuevo desafío de la guerra arancelaria.
España reacciona: prórroga del Plan MOVES III y mapa de recarga
Frente al ruido exterior, España ha activado dos medidas clave para reforzar su transición hacia la movilidad eléctrica. Por un lado, se ha aprobado la prórroga del Plan MOVES III hasta finales de 2025, con una dotación de 400 millones de euros y mejoras en la tramitación de ayudas. El nuevo enfoque pretende corregir los retrasos administrativos que habían debilitado el programa.
Por otro lado, se ha anunciado el esperado lanzamiento del primer mapa público de puntos de recarga eléctricos. Aunque la versión inicial presenta limitaciones (solo puntos de más de 43 kW mostrarán estado en tiempo real), representa un paso importante hacia la consolidación de una infraestructura interoperable y transparente. El objetivo es claro: reducir la ansiedad de autonomía e impulsar la adopción del vehículo eléctrico.
Salida fulminante de Wayne Griffiths de Seat
En el plano corporativo, una noticia sacudió al sector en España: Wayne Griffiths, presidente de Seat y CEO de las marcas Seat y Cupra, ha salido del cargo de forma inmediata y sin transición. La versión oficial habla de una salida voluntaria para emprender "nuevos retos", pero la falta de preparación y el momento —en plena transformación industrial de Martorell— generan dudas en el sector.
La marcha de Griffiths, que se ha mostrado "feliz" y a la espera de dónde la llevará "su destino", se produce justo cuando la compañía enfrentaba amenazas como los aranceles al Cupra Tavascan, fabricado en China, lo que podría derivar en una caída de producción y hasta 1.500 despidos. En su lugar, asume de forma transitoria Markus Haupt, vicepresidente de Producción de Seat.
Renault y Nissan, ruptura casi definitiva
Mientras tanto, en el tablero internacional, Renault y Nissan han dado un nuevo paso para deshacer su alianza histórica. Nissan ha decidido cancelar su inversión de 600 millones en Ampere, la filial de vehículos eléctricos de Renault, y vender parte de sus operaciones conjuntas en India. Renault, por su parte, asumirá el control total de la filial india y seguirá apostando por Ampere como pieza central de su estrategia eléctrica.
Este desenlace refleja una tendencia más amplia: las alianzas industriales tradicionales están perdiendo peso frente a estrategias más flexibles y centradas en la rentabilidad a corto plazo. En un entorno tan volátil, las decisiones de hoy buscan agilidad antes que integración.