La planta de ensamblaje final del grupo Volkswagen en Argelia acabó 2018, su primer año completo, con el montaje de 53.000 vehículos. De esa cantidad, la marca Seat, que gestiona el proyecto para todo el grupo, ensambló casi 22.000 coches que se vendieron en el mercado local.
Seat fue la marca que más volumen de producción registró en la planta de Relizane, situada a 280 kilómetros al suroeste de Argel, con un 41% de todos los vehículos. La activida de montaje en Argelia se inició con el Seat Ibiza, al que luego siguieron los modelos Arona, León y León Cupra y Ateca.
El resto de producción hasta llegar a 53.000 coches se reparten entre Volkswagen (Polo, Golf, Tiguan, Passat y Caddy), Audi (A3 Sedán, A3 Sportback y Q2) y Skoda (Fabia, Octavia y Rapid). En total, en la planta se lleva a cabo el montaje final de 15 modelos del grupo a partir de los vehículos previamente fabricados en Martorell y otras fábricas y enviados en partes. De esta manera, se cumple la exigencia del Gobierno de Argelia de producir localmente para evitar unos elevados aranceles aplicados a vehículos importados.
Aumento de plantilla
El aumento del volumen de vehículos en 2018, cuando se triplicó la actividad, ha comportado también un incremento de plantilla, formada ahora por 813 personas después de la incorporación de 224 empleados durante el año pasado.
El vicepresidente de Producción y Logística de Seat, Christian Vollmer, ha destacado que "esta planta multimarca es una oportunidad para el Grupo Volkswagen de ampliar la presencia en Argelia y de contribuir al desarrollo de la industria del automóvil en el país", y supone también "una señal clara de la estrategia de globalización" que está impulsando Seat.
