Seat se ha convertido, de nuevo, en el farolillo rojo del grupo Volkswagen con unas pérdidas de 256 millones en 2021 que contrastan con los abultados beneficios del resto de marcas. El presidente de Seat, Wayne Griffiths, aseguró que los resultados se deben a la falta de microchips, pero el máximo dirigente sindical de la compañía, Matías Carnero, fue más explícito al culpar a la dirección del grupo Volkswagen de las pérdidas de Seat y de poner en peligro la marca.
Según Matías Carnero, presidente del comité de empresa de Seat, el reparto de microchips que está haciendo el grupo alemán que dirige Herbert Diess "está perjudicando mucho" a la filial española al no poder entregar los coches con pedidos en firme, incluso en el caso de la nueva marca Cupra, que incluyen híbridos y un eléctrico y vehículos con un precio y una rentabilidad más altas. Según Carnero, la lista de espera para recibir algunos modelos de Seat y Cupra ha llegado hasta a nueve meses por la imposibilidad de producirlos ante la falta de chips en el reparto decidido por la cúpula de Volkswagen.
Críticas a Herbert Diess
Según ha explicado Carnero al finalizar la rueda de prensa de resultados de 2021 de Wayne Griffiths, Seat se quedó la última en el reparto de semiconductores a pesar de que el recorte de producción tendría un impacto más fuerte en sus cuentas y pese a disponer de modelos con más rentabilidad y una fuerte demanda que hubieran podido reducir de forma sensible las pérdidas o incluso permitir la vuelta al beneficio.
El dirigente sindical ha trasladado ya esta queja al consejo de administración del grupo Volkswagen, del que forma parte en la representación sindical, que ostenta la mitad de los miembros. "A Herbert Diess no le gusta Seat y eso se nota en las decisiones", ha lamentado el presidente del comité de empresa y dirigente de UGT.
Muerte de la marca Seat
Carnero ha advertido de que la estrategia del grupo alemán en su filial española que está aplicando Griffiths supondrá "la muerte de la marca Seat en 2028 como muy tarde" por el veto a los modelos de combustión interna y al carecer de vehículos eléctricos.
El presidente del grupo español ha indicado que no se prevén modelos nuevos para Seat, pero sí cuatro lanzamientos hasta 2025 para Cupra, que considera como la palanca para que Seat vuelva a su rentabilidad. Según Griffits, la planta de Martorell seguirá produciendo vehículos de combustión en los próximos años, hasta que haya demanda de esos modelos.
Navarra y VW cortan el dividendo a Seat
Las pérdidas de Seat se han visto agravadas por el cierre del grifo de dividendos de las sociedades participadas de Volkswagen Navarra y de Volkswagen Group España Distribución, que en 2020 le inyectaron a su matriz española 78 y 20,4 millones, respectivamente. La decisión no se debe a un deterioro del resultado de esas sociedades, puesto que Volkswagen Navarra ganó 60,3 millones en 2021, y Volkswagen Group España Distribución, 23,6, unas cifras muy similares a las de un año antes.
Además, el grupo Seat ha contabilizado nueve millones de euros destinados a pagar una sanción por haber superado ligeramente los límites de emisiones de CO2 que fija la Comisión Europea. El importe es mucho más bajo que el de 2020, que infló las pérdidas. El vicepresidente de finanzas, David Powels, indicó que en 2021 se situaron muy cerca de los objetivos que se hubieran alcanzado si hubieran dispuesto de más chips para producir híbridos y eléctricos.
Martorell pierde empleo
Las críticas a la dirección de Volkswagen por asfixiar a Seat con el racionamiento de microchips y en relación a su estrategia de futuro coinciden con el anuncio de la compañía de que optará a las ayudas del PERTE del coche eléctrico con un proyecto de 7.000 millones de inversión de la alianza de una treintena de empresas que incluye la ubicación en Sagunto (Valencia) de una planta de producción de baterías que creará más de 3.000 puestos de trabajo.
Carnero ha alertado de la destrucción de empleo que se puede producir en Martorell de forma paralela a la puesta en marcha de la factoría de baterías en Valencia. "A nosotros no nos sirve que el saldo global del empleo sea positivo, porque en Martorell se reducirá la plantilla", ha destacado el presidente del comité de empresa.
