La plantilla de Seat vuelve al trabajo aunque de forma parcial. Después de un largo parón de cuatro jornadas consecutivas desde la semana pasada, los trabajadores de dos líneas de montaje regresan a sus puestos pero con un turno menos que antes, según la comunicación interna a la plantilla enviada por la dirección de la factoría de Martorell a la que ha tenido acceso Coche Global.
Seat ha logrado componentes que integran microchips suficientes como para arrancar las dos principales líneas de ensamblaje, la uno y la dos, donde se producen los modelos Ibiza y Arona y León y Cupra Formentor, respectivamente. El retorno será a partir del jueves 1 de julio en los turnos de mañana y tarde, pero no en el de noche, que ha sido desconvocado hasta el viernes. Por tanto, esas dos líneas funcionarán con un ritmo de producción de dos tercios de lo habitual.
Pendientes de los chips
A pesar de este arranque parcial de dos líneas de montaje, la gabinete de crisis formado por la compañía y los sindicatos para analizar la disponibilidad de chips se vuelve a reunir este miércoles 30 de junio para decidir la operativa de la factoría de Martorell a partir del lunes que viene. De momento, los turnos de trabajo adicionales que se habían convocado el sábado y el domingo han sido cancelados también.
Seat atraviesa estos días la peor situación por la escasez de microchips desde que empezó la crisis por la falta de este componente esencial para los coches digitalizados y cada vez más conectados. De hecho, la compañía adelantó a mayo el final del ERTE que tenía en vigor desde enero por la poca utilización de sus medidas. Los nuevos días de inactividad de la fábrica van a cuenta de los mecanismos de flexibilidad interna a cargo de la compañía mediante la distribución de los días de jornada industrial y como paro técnico y de la bolsa de horas flexibles de los trabajadores.
Protocolo de flexibilidad
De forma paralela, la línea de montaje número tres, en la que se ensambla el modelo Audi A1, sigue paralizada hasta el viernes 2 de julio, con lo que acumula casi dos semanas también por la falta del buscado componente electrónico.
La dirección de Seat y el comité intercentros han establecido un protocolo de actuación para aplicar estas medidas de flexibilidad hasta diciembre de 2021, lo que evitaría por ahora un nuevo ERTE para suspender contratos de forma temporal.
Al mismo tiempo, la compañía sigue adelante con sus planes de mantener la fábrica operativa de forma parcial durante el mes de agosto con cuatro semanas de trabajo de la línea dos y una semana de la número uno. Con la apertura excepcional que evitaría el parón total veraniego, la empresa quiere recuperar algunos de los coches que se han dejado de producir por culpa de la interrupción del suministro de chips. El objetivo de Seat es alcanzar los 500.000 coches fabricados en Martorell, lo que supondría igualar la cifra de 2019, anterior a la pandemia.
