La fábrica de Seat empieza el mes de agosto con una situación inusual. Alrededor de un tercio de la plantilla seguirá trabajando durante el mes en el que habitualmente se baja la persiana con el propósito de intentar recuperar una parte de la producción perdida en el primer semestre por los parones provocados por la escasez de microchips.
La línea de montaje número dos, en la que se ensamblan los modelos Seat León, el más vendido de la marca, junto al nuevo Cupra Formentor trabajará con dos turnos durante las cuatro semanas de agosto gracias a la puesta en marcha de un mecanismo extraordinario de flexibilidad interna previsto en el convenio colectivo.
Además, en la última semana de agosto también trabajará la línea 1 para recuperar producción perdida de los modelos Seat Ibiza y Arona. Durante la última semana de agosto, la fábrica de Martorell funcionará con dos tercios de la plantilla ya que únicamente permanecerá inactiva la línea tres, en la que se monta el Audi A1.
Compensación por nuevos parones
Sin embargo, el dispositivo especial para trabajar en agosto, que supone desplazar las vacaciones de los empleados durante todo el verano para evitar el mes de parón, comienza con una gran incertidumbre y el temor a nuevos parones en la actividad por la misma causa que ha golpeado a la industria y a Martorell, la interrupción del suministro de componentes por parte de proveedores que utilizan cada vez más semiconductores.
A la vista de la "situación de incertidumbre" por la llegada de esos componentes, la dirección de Seat y los sindicatos han acordado cómo se compensará a los empleados que sufran la desconvocatoria de turnos en agosto. Las jornadas de inactividad tendrán un tratamiento como jornada industrial y paro técnico, no afectarán al disfrute de las vacaciones pendientes de cada empleado y percibirían un plus especial de compensación.
La compañía mantiene por ahora su previsión de acabar 2021 con una producción de 480.000 unidades, una cifra ligeramente por encima de la alcanzada en 2018 pero por debajo de los 500.000 coches fabricados en Martorell en 2019, último año antes de la pandemia.
Paga de beneficios en juego
"Sabemos que será complicado, pero debemos intentar cumplir este objetivo para beneficio de la plantilla ya que de estos objetivos depende el resultado operativo y, por lo tanto, los beneficios a repartir entre la plantilla", destaca el sindicato UGT en una nota enviada a la plantilla.
Entre enero y junio, Seat ha reducido su pérdida operativa un 90,4 %, hasta 26 millones de euros (pérdida de 271 millones de euros hace un año), pero alcanzó un resultado operativo positivo de 10 millones de euros en el segundo trimestre del año.
"Seguimos con nuestro plan de fabricar en agosto, aunque hay muchos desafíos", aseguraba el presidente de Seat, Wayne Griffiths, en una entrevista en El Periódico, después de reconocer que la gestión de la producción se ha ido complicando cada vez más ante el agravamiento de la falta de microchips.
"En la primera parte del año -indicó- encontramos una manera de gestionar la situación modificando flujos de producción de algunos modelos. Si no podíamos fabricar Leones y Formentores, producíamos Ibizas y Aronas. Nos adaptamos al momento y pudimos seguir produciendo y llenando la fábrica. En las últimas semanas se ha complicado mucho más. Julio ha sido un mes difícil, muy complicado. Pero si somos capaces de fabricar el coche, lo hacemos. Esto demanda mucha flexibilidad de los empleados pero tenemos la suerte de tener una muy buena relación con la representación sindical, nos ayuda mucho".
