Seat quiere convertir los problemas causados por la escasez de motores con la nueva homologación WLTP en una oportunidad. Por ello ha empezado a formar a la plantilla para ganar flexibilidad de producción, según ha explicado el presidente de Seat, Luca de Meo, a la web Coche Global en el Salón del Automóvil de París. La crisis generada por la falta de motores en el grupo Volkswagen con la nueva homologación WLTP que entró en vigor en septiembre ha llevado a Seat a replantearse el sistema de producción. Luca de Meo ha afirmado que quieren aprovechar el efecto de los días de parón y de jornadas adicionales en otros momentos para que los trabajadores puedan llevar a cabo su tarea en varias líneas de montaje en función de las necesidades.
Luca de Meo quiere transferir empleados entre líneas de montaje de modelos diferentes
El objetivo es que los empleados de la línea del Ibiza y del Arona puedan reforzar los que montan el León y viceversa en caso de necesidad, según ha explicado Luca de Meo. Para ello será necesario formar a los trabajadores para dominar las especificidades del ensamblaje de cada modelo.
Luca de Meo advierte de que en los próximos tres años se producirán tres cambios en la normativa que regula las emisiones de gases de los automóviles, lo que obligará a contar con más flexibilidad interna. "En tres años, las reglas cambiarán tres veces por lo que necesitamos flexibilidad y en eso somos muy buenos", ha asegurado el presidente de Seat en relación con la plantilla de la fábrica de Martorell. Seat sufrirá escasez de motores homologados durante dos o tres meses más, a partir de los cuales se podrá normalizar la producción, según De Meo.
De momento, la firma prevé producir unos 10.000 coches menos de lo planificado de septiembre a diciembre. Después de nueve días de parón en septiembre, la compañía ha programado otras jornadas de inactividad.
