Seat ha confirmado el difícil logro conseguido en 2024 en su fábrica de Martorell: aumentar la producción con una línea de montaje menos. La planta de Martorell ensambló un total de 481.020 vehículos según informó Efe, lo que supone un aumento del 8,5% en comparación con el año anterior, a pesar del impacto de las obras para la transformación hacia la producción de vehículos eléctricos. Son 37.577 coches más en relación con los 443.443 registrados en 2023 pese a que desde mediados de año la producción se tuvo que embutir de tres a dos líneas.
En las últimas semanas del año, Seat consiguió incluso redondear al alza la cifra de producción prevista en 2024, al pasar de los casi 480.000 que esperaba a la cifra final de 481.020 coches.
A nivel global, contando la producción en otras plantas del Grupo Volkswagen, Seat fabricó 583.218 vehículos, un incremento del 9,16 % respecto a 2023. Aunque Martorell no alcanzó la barrera simbólica del medio millón de vehículos, el resultado de 481.020 unidades lo sitúa entre los mejores años de la historia de la planta, que se prepara para un futuro centrado en la electrificación.
El proceso de adaptación, iniciado en agosto, incluye la implementación de una nueva plataforma para vehículos eléctricos urbanos del Grupo Volkswagen. Esto implicó reubicar la producción de los modelos Seat Arona e Ibiza en la línea 3, compartida con el Audi A1, mientras que la línea 1 se transforma para acoger nuevos modelos eléctricos. De la producción total de Martorell, 413.013 vehículos correspondieron a modelos de las marcas Seat y Cupra, y el resto fueron del Audi A1.
Perspectivas para 2025: un año de transición
El calendario para 2025 pactado con los sindicatos parte de una reducción de líneas de producción de tres a dos, lo que afectará los volúmenes totales de Martorell. Se espera fabricar 460.150 vehículos, aproximadamente 20.000 menos que en 2024, mientras se completa la transición a la producción eléctrica.
El año será clave para preparar el inicio de las preseries del Cupra Raval a finales de 2025, con su producción oficial programada para 2026, junto con el Volkswagen ID.2all, un modelo eléctrico compacto.
Pendientes del arancel del Tavascan
Seat avanza hacia la electrificación en un contexto desafiante. Los aranceles europeos adicionales a los vehículos fabricados en China han impactado de lleno en el nuevo eléctrico y buque insignia, el modelo Cupra Tavascan, al que la Comisión Europea aplica un 20,7% de penalización. Sin embargo, la compañía reitera que confía en la negociación en marcha con Bruselas y en el diálogo entre la UE y China para reducir los aranceles.
En caso contrario, el CEO de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, ha dibujado un panorama muy negativo debido a la dificultad de vender las unidades previstas del Tavascan, unas 70.000. Eso dificultaría que Seat lograra la reducción de sus emisiones globales que le exige Bruselas, con lo cual tendría que asumir cuantiosas multas. La alternativa es asumir unas pérdidas de alrededor de 500 millones por el sobrecoste del Tavascan o bien reducir la producción en unos 100.000 coches de combustión para disminuir las emisiones medias y esquivar las sanciones.