Industria

Seat avisa de 1.500 despidos por el arancel al eléctrico Cupra Tavascan

Wayne Griffiths alerta de un recorte de 1.500 empleos en la fábrica de Martorell si Bruselas no rebaja el arancel al Cupra Tavascan

Nuevo Cupra Tavascan

Nuevo Cupra Tavascan

Toni Fuentes

07.02.2025 21:05h

3 min

Seat se encuentra en una encrucijada con su propia tormenta perfecta que podría costarle 1.500 empleos directos y hasta 10.000 indirectos en su cadena de proveedores. El motivo: los aranceles adicionales impuestos por la Unión Europea a los vehículos eléctricos fabricados en China, que han encarecido el Cupra Tavascan, el buque insignia eléctrico de la marca. Ahora la compañía se plantea retirar el modelo si no logra rebajar los aranceles, lo que provocaría un efecto dominó en la producción global de Seat para evitar las temidas multas por superar los niveles altos de CO2.

El CEO de Seat, Wayne Griffiths, ha lanzado un ultimátum y una advertencia a la Comisión Europea, en declaraciones a Reuters, para evitar los despidos mediante una reducción del arancel al considerar que el Tavascan es un modelo europeo, aunque se fabrica en una planta del grupo Volkswagen en China. El objetivo sería un nivel similar al del Tesla Model 3 importado de China, que paga un 9,9% adicional.

La dirección de Seat con un Cupra Tavascan en Casa Seat

La dirección de Seat con un Cupra Tavascan en Casa Seat

Impacto financiero e industrial

Desde octubre, el modelo Cupra Tavascan se enfrenta al arancel máximo previsto de un 31% (un 10% preexistente más un 21% adicional), lo que ha generado un sobrecoste inesperado que la compañía no puede asumir. Los cálculos que ha hecho Seat apuntan a que la producción y las ventas con el volumen previsto del Cupra Tavascan, de alrededor de 70.000 unidades al año, generarán un impacto negativo de hasta 500 millones de euros debido al sobrecoste imprevisto cuando se planificó el nuevo modelo. Solo en 2024, el impacto negativo del Tavascan podría ascender a unos 100 millones.

Según Griffiths, el sobrecoste del Tavascan, que ha mantenido el precio de 50.000 a 60.000 euros, provocó que la Seat no haya alcanzado sus objetivos financieros el año pasado y le costará "cientos de millones de euros" en 2025.

La alternativa que baraja Seat es reducir las ventas del Tavascan, o incluso suprimirlo, a costa de recortar también la producción y venta de modelos de combustión con el fin de reducir los niveles de CO2 hasta el tope autorizado por la UE de 93 gramos de media El recorte necesario ascendería a unos 100.000 coches en 2025, de los que unos 90.000 corresponderían a la planta de Martorell y los otros a otras fábricas que ensamblan también modelos de Seat y Cupra. Esa estimación se suavizó posteriormente hasta unos 50.000 coches menos fabricados en Martorell, lo que equivale a un 10% de la actividad y a un turno de trabajo con esos 1.500 empleados afectados.  

Griffiths: "No tenemos mucho tiempo"

Wayne Griffiths ha reiterado que la situación es insostenible si no se encuentra una solución con rapidez. "No tenemos mucho tiempo. Necesitamos llegar a una solución en el primer trimestre", afirmó Griffiths, quien ha mantenido reuniones hasta ahora infructuosas con la Comisión Europea para tratar de reducir el impacto de los aranceles.

Los sindicatos han encendido las alarmas. Matías Carnero, presidente del comité de empresa de Seat, alertó de que el recorte de producción podría suponer una pérdida de hasta 50.000 vehículos anuales en Martorell, lo que afectaría a miles de trabajadores. "El Cupra Tavascan es un coche desarrollado en España, con tecnología española, y no puede ser que tenga los mismos aranceles que modelos chinos como los de BYD", afirmó Carnero.

Hoy destacamos