Volvo Cars, el fabricante sueco de turismos controlado por la china Zhejiang Geely Holding Group, ha experimentado un crecimiento continuo los primeros nueve meses de 2021, tanto en ventas como en ingresos pese al nuevo brote de Covid-19 en el sudeste asiático, que produjo una escasez de componentes en toda la industria y que afectó los volúmenes de producción y ventas en el tercer trimestre.
La empresa acumula en los nueve primeros meses del año un crecimiento de ingresos del 14%, hasta los 202.000 millones de coronas suecas (21.456 millones de euros), y un beneficio operativo de 16.600 millones (1.668 millones de euros), lo que representa un 363% más que en el mismo periodo de 2020. El margen operativo se situó en el 8,2%.
Las ventas en el periodo acumulado crecen un 18% hasta las 530.000 unidades, pese que en el último trimestre disminuyeron un 17% por falta de componentes. Sin embargo, siguen creciendo las ventas de modelos eléctricos o electrificados, que en el último trimestre supusieron más del 26%
Más producción de eléctricos
Las ventas hasta noviembre crecen el 8,8% alcanzando las 634,257 matriculaciones, pese a las difíciles condiciones del mercado y los problemas de suministro. En noviembre las entregas descendieron un 20,7% sobre el mismo mes de 2020. La causa han sido la restricción en el suministro de semiconductores, lo que afectó a la producción y a las entregas, pero Volvo Cars mantiene una fuerte demanda y una amplia cartera de pedidos.
La empresa ha iniciado la producción de su segundo modelo 100% eléctrico, el C40, que se suma al XC40. Para hacer frete al previsible crecimiento de la demanda de eléctricos va a aumentar la capacidad de fabricación en las plantas de Gent (Bélgica) y de Taizhou (China) para pasar de las 15.000 unidades anuales actuales a unas 150.000 en la segunda mitad de 2022.
