La marca coreana SsangYong tenía hasta hace poco un futuro muy negro pero ahora ha evitado su desaparición en el último minuto. Un tribunal de Seúl ha aprobado el rescate 'patriótico' de SsangYong de la quiebra por parte de un consorcio coreano por 224 millones de euros.
La operación tiene lugar tras la fuga del anterior propietario, el grupo indio Mahindra, que dejó caer SsangYong después de no conseguir remontar sus pérdidas y tras fracasar en la búsqueda de un inversor. El comprador de SsangYong Motor es el consorcio coreano liderado por el fabricante de vehículos eléctricos Edison Motors.
Según la agencia de noticias Yonhap, el acuerdo final supone que todo el dinero de la adquisición se utilizará para pagar parte de la deuda de la empresa con las instituciones financieras. También acordó prestar 36 millones de euros en capital operativo a SsangYong para ayudar a la firma a mantenerse a flote. SsangYong cayó en situación de quiebra intervenida judicialmente en abril pasado.
Planes ambiciosos
El fabricante de autobuses y camiones eléctricos Edison debe presentar ante el tribunal antes del 1 de marzo sus planes para SsangYong, que permanecerá bajo administración judicial hasta que se aprueben los planes de Edison y los acreedores de SsangYong acepten la liquidación de la deuda.
En este sentido, Edison declaró que establecerá una empresa de propósito especial (SPAC) para recaudar 590 millones de euros a 737 millones, a partir de este año, para invertir participaciones de SsangYong mediante la emisión de nuevas acciones.
El objetivo de Edison es convertir SsangYong en un fabricante de automóviles centrado en los eléctricos en la próxima década. La empresa planea producir diez nuevos modelos eléctricos, incluido el Smart S, para 2022; 20 modelos para 2025 y 30 vehículos para 2030.