Repsol se ha fijado como una de sus prioridades en el futuro la inversión en el negocio de la energía de bajas emisiones. El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha explicado que, desde un punto de vista teórico, la petrolera está abierta a invertir fuera de España en negocios de bajas emisiones (electricidad y gas), aunque ha subrayado que "tiene sentido" hacerlo primero en el mercado español.
El plan estratégico de la petrolera contempla una inversión de 2.500 millones de euros en el periodo 2018-2020 en los negocios bajos en emisiones. Durante una conferencia con analistas, Imaz ha avanzado que, con los activos actuales, el objetivo es que los negocios de bajas emisiones aporten este año 60 millones de euros al resultado bruto de explotación (ebitda) y 30 millones al resultado neto de explotación (ebit), informa Efe.
El negocio eléctrico de Repsol
Imaz indicado que Repsol está lista para analizar posibilidades de inversión en este área de negocio fuera de España, pero ha dado a entender que más bien a medio y largo plazo. A corto plazo, según el consejero delegado de Repsol, tiene más sentido invertir en el mercado español, donde hay más oportunidades de integrar los negocios y donde la compañía cuenta con una significativa base de clientes.
Imaz ha señalado que el desarrollo de estos negocios se acometerá mediante una combinación de crecimiento orgánico y crecimiento inorgánico (compras), aunque en este segundo caso se tendrá en cuenta su rentabilidad y si genera valor para los accionistas.
Los negocios bajos en emisiones aportaron 4 millones de euros al ebitda de la compañía en el primer trimestre. Sobre la compra de los activos de Viesgo, Imaz ha anunciado que la cartera de clientes ha pasado de 750.000 en noviembre, cuando se cerró la operación, a 850.000 en la actualidad, es decir, 100.000 más. Al cierre del primer trimestre, el número de clientes era de 730.000. El objetivo de Repsol es alcanzar los 2,5 millones de clientes en 2025 y operar 4,5 gigavatios de potencia eléctrica.