Por fin alguna buena noticia en la crisis provocada en la industria de automoción por la escasez de chips. El productor japonés de semiconductores Renesas ha iniciado la puesta en marcha de nuevo de la fábrica que quedó paralizada debido a un incendio. La compañía prevé recuperar el nivel habitual de producción a final de mayo, lo que contribuirá a aliviar algo la falta de microprocesadores en el mercado.
Renesas nunció que tiene previsto reanudar su nivel de producción habitual a finales de mayo tras haberla recortado en un 90 % debido al incendio en una de sus plantas. La empresa nipona, uno de los mayores proveedores mundiales de chips para la industria del motor, sufrió un incendió en su planta de producción de Ibaraki (al norte de Tokio) el pasado 19 de marzo que le obligó a rebajar su producción al 10%.
Recuperación a contrarreloj
El humo provocado por el fuego en una parte muy localizada de la factoría acabó contaminando las salas en lasque se lleva a cabo el montaje de las plazas de los procesadores que se integran en mútiples componentes electrónicos de los coches.
El incidente se produjo en el contexto de escasez global de semiconductores, componentes electrónicos empleados en productos que van desde los teléfonos móviles hasta los automóviles y cuya producción se vio afectada por la pandemia de coronavirus.
Renesas tiene previsto elevar su producción al 30% esta semana y continuar aumentándola hasta alcanzar el 100% hacia finales de mayo, según dijo hoy el presidente de la empresa, Hidetoshi Shibata, en una rueda de prensa telemática.
Pérdidas para Renesas
El máximo responsable de la empresa señaló que se trata de un "objetivo ambicioso" teniendo en cuenta que resta "mucho trabajo por hacer", aunque confió en cumplir esa meta gracias al "increíble apoyo" que están ofreciendo sus empleados para recuperar la normalidad.
El incendio, que se cree que fue causado por una sobrecarga eléctrica, quemó unos 600 metros cuadrados de la fábrica de Renesas y destruyó 23 máquinas de la misma. Según las estimaciones de la compañía, el incendio le supondrá unas pérdidas económicas de 17.000 millones de yenes mensuales (unos 132 millones de euros).
Los fabricantes automovilísticos más afectados por el parón en la producción de chips de Renesas fueron los japoneses, que hasta ese momento había logrado esquivar lospeores efectos de la crisis que afectaba de lleno a Europa y Norteamérica. El grave problema llevó a la Casa Blanca a organizar una cumbre con empresas afectadas en busca de una solución local que ha llevado a Intel a reorientar su producción hacia la automoción además de la informática.
