Renault no es una excepción y sigue la tendencia general del sector de automoción de una aparente paradoja de mejora de los resultados en un contexto de descenso de las ventas. Pero en el caso del grupo Renault, la mejora es especialmente sustancial ya que ha pasado de unas abultadas pérdidas de 8.046 millones de euros en 2020 con las que empezó Luca de Meo como consejero delegado a un beneficio neto de 967 millones.
No hay milagro, sino una conjunción de factores que han beneficiado las cuentas de la compañía francesa a pesar de que sus ventas bajaron de 2,822 millones de vehículos en 2020 a 2,696 en 2021. En contraste con ese retroceso del 4,5%, en el que influyó la pérdida de 500.000 coches por falta de chips, los ingresos del grupo Renault crecieron un 6,3% y llegaron a 46.213 millones.
Una de las claves de esta mejora en un año tan difícil como 2021, con dificultades en las entregas de vehículos, fue que Renault, al igual que la gran mayoría de fabricantes del sector, dio prioridad a la venta de los vehículos de más valor añadido y a una revisión de sus promociones. Gracias a esta política en la que es más importante el margen de beneficio que el volumen, la estrategia de precios de Renault aportó en 2021 un total de 2.153 millones en la mejora de la facturación, lo que supone 5,7 puntos más.
Recorte de costes
Esta mejora con unas ventas de más calidad se combinó con un recorte de 2.000 millones de euros en los costes fijos en relación con 2019 gracias al ahorro en el desarrollo de los prototipos y subcontratación de algunas tareas de ingeniería, a la estrategia de plataformas compartidas de la alianza con Nissan y Mitsubishi y a una racionalización de los costes laborales, según explicó la compañía en su presentación a los analistas.
El resultado es que se ha logrado dejar atrás las pérdidas dos años antes de lo previsto en el plan Renaulution que puso en marcha Luca de Meo. Las ganancias operativas de Renault alcanzaron los 1.398 millones de euros, superando los 1.999 millones de euros de pérdidas que contabilzó un año antes.
El grupo automovilístico Renault volvió al beneficio en 2021, tras obtener unas ganancias netas de 967 millones de euros, en comparación con los 8.046 millones de euros que perdió en el ejercicio precedente, según los datos presentados este viernes por la compañía francesa.
Inyección de ganancias de NIssan
Además, Renault ha tenido la gran ayuda de las empresas participadas que forman parte de la alianza, que han aportado 515 millones a la bolsa del beneficio global de 969 millones. La aportación más significativa es el dividendo de Nissan, que pasó de unas pérdidas de 4.970 millones soportadas por Renault en 2020 a unas ganancias transferidas de 380 millones en 2021.
"Gracias al compromiso continuo de los equipos y a la capitalización que supone la Alianza, estamos acelerando el despliegue de nuestras ambiciones estratégicas, para posicionar al Grupo como un jugador importante competitivo, tecnológico y sostenible", ha asegurado Luca de Meo.
Los inversores de la Bolsa de París han saludado los resultados del grupo Renault en 2021 con una tendencia al alza en la apertura de la sesión que luego se fue diluyendo. Las acciones de la firma francesa continúan así la senda de recuperación de los últimos meses después de sufrir caídas del 7,6% en 12 meses y del 56% en cinco años.
Impacto de los chips en 2022
De Meo se ha mostrado prudente de cara a la evolución de la compañía y del contexto de la industria de automoción y del mercado en 2022. El grupo estima que el mercado, al menos en el primer semestre de 2022, esté todavía afectado por la crisis de los semiconductores y el elevado precio de las materias primas, con una pérdida total de producción de unos 300.000 vehículos por los parones de las fábricas, incluidas las de Valladolid y Palencia.
La marca francesa ha aprovechado la presentación de resultados para esbozar algunas novedades en su hoja de ruta de futuros lanzamientos y de innovación en el camino hacia la reducción de emisiones de gases. Renault ha desvelado que trabaja en 'concept car' que se presentará en el próximo mes de mayo y que está propulsado por hidrógeno que se enmarca en el objetivo de lograr un 'mix' energético sin emisiones para 2030.
