El Gobierno de Vladimir Putin ha puesto en marcha una nacionalización encubierta de activos de compañías occidentales atrapadas por las sanciones aplicadas por la guerra de Rusia contra Ucrania. Una de las empresas más afectadas será Renault, que traspasará Autovaz, el primer fabricante de Rusia, y otra planta que tiene en el país por un rublo con una opción temporal de recompra.
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El ministro de Comercio e Industria de Rusia, Denís Mánturov, explicó que debido a la falta de recursos para mantener la producción Renault ha decidido desprenderse del 68% de la acciones la planta Autovaz, la mayor de Rusia y Europa del Este, y del 100% de las de la fábrica Autoframos, antigua Renault Rossía.
Hasta seis años para la recompra
Según el ministro, lo más probable es que la empresa estatal NAMI se haga con el paquete de acciones de AutoVaz, fabricantes de los Lada, en una operación que por un valor nominal de "un rublo (0,013 euros al cambio actual)", con opción de recompra en el plazo de los cinco o seis años siguientes. "Y si en ese periodo realizamos inversiones, estas se contemplarán en el precio. Aquí no habrá ningún regalo", puntualizó.
"Entre los que debaten con nosotros su marcha (del mercado ruso) se encuentra Renault", dijo Mánturov, citado por la agencia rusa Interfax, durante una visita a Taskent. Agregó que el mismo mecanismo de traspaso con opción de recompra se empleará con la acciones de Autoframos, que quedarán bajo el control de la ciudad de Moscú, donde está situada la planta, que hasta marzo pasado producía varios modelos de Renault.
Impacto en Renault
"Comprar no entra en nuestros planes, menos aún nacionalizar. Pero si las compañías no pueden garantizar el suministro de componentes, no podemos esperar eternamente. Nos veremos obligados a buscar alternativas", advirtió Mánturov.
Renault se vio forzada a parar su actividad en Rusia el mismo día que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, citó a la compañía entre las firmas francesas que seguía haciendo negocio con el país pese a las sanciones occidentales. La compañía que dirige Luca de Meo ha provisionado 2.800 millones por el impacto de la salida de Rusia y ha advertido de que frenará sus planes teniendo en cuenta que es el segundo mercado para el grupo después de Francia.
