La factoría del grupo Renault en Villamuriel de Cerrato, a siete kilómetros de Palencia, arranca el próximo mes de junio la producción del nuevo Renault Austral, un SUV del segmento C que está llamado a ser estratégico en el volumen de ventas de la marca francesa, dispuesta a reconquistar el trono de este nicho de mercado, el más importante de Europa por su volumen. El pasado año representó el 42%.
El Austral sustituirá en la cadena de montaje de la planta de Palencia al Kadjar, que desaparece de la gama de productos de Renault, y compartirá espacio con el Megane de la generación actual, no la nueva, que se monta en la factoría española desde su nacimiento en 1995 y que además es la planta de referencia de este modelo.
La adaptación industrial de Palencia no será muy compleja porque el Austral está construido sobre la tercera generación de la plataforma CMF-CD, una evolución de la que ya utiliza el Kadjar, que permite montar diferentes tipos de motorizaciones, térmicas e hibridas. Es esencial en este nuevo modelo porque todas las motorizaciones tienen una electrificación, mayor o menor, aunque no hibrido enchufable. Esta plataforma es la misma que utilizan los Nissan Qashqai y X-Trail y el Mitsubishi Outlander.
Un modelo muy español
Las baterías de las diferentes versiones del Austral, de 12 y 48 voltios utilizan la misma base de sujeción y, por lo tanto, no exige una gran adaptación para el ensamblaje de las diferentes versiones.
El nuevo Renault Austral no sólo es español por su montaje final. Los motores y baterías se fabrican en la factoría de Valladolid y las cajas de cambios un poco más al sur, en la planta de Sevilla. Se comercializará en toda Europa, en el arco Mediterráneo, principalmente en Israel y en Singapur. No está previsto exportarlo a China o Sudamérica.
El nuevo Austral se inscribe en el IV Plan Industrial de Renault España que se anunció el pasado año y se prolongará hasta 2024. En su presentación se anunció que la previsión era adjudicar nuevos modelos de los segmentos C y D SUV a la planta de Palencia entre 2022 y 2024 y del segmento B a Valladolid en 2024, además de una nueva familia de motores y dos cajas de velocidades. Los nuevos modelos son híbridos, pero no eléctricos, lo que ha sembrado las dudas en los sindicatos al no disponer de productos de futuro.