Más facturación con menos coches vendidos. El grupo Renault siguió la tendencia general de la indusria de automoción al registrar una facturación de 9.800 millones de euros en el tercer trimestre del año, un 20,5% más que hace un año, con unas ventas a la baja.
Renault logró la mejora en los ingresos aunque las ventas de vehículos bajaron hasta 481.000 unidades, un 2,4 % menos. La clave fue, según Renault, que los precios reales subieron, con un efecto positivo del 12,8%. Las ventas a particulares, más rentables que las de flotas, llegaron al 70% (seis puntos más) en sus principales mercados europeos (Francia, Alemania, España, Italia y Reino Unido). Además, los clientes optan cada vez más por las versiones más equipadas y caras.
Adicionalmente, los lanzamientos de los modelos Arkana y del Megane E Tech eléctrico han ayudado a que un 41% de las ventas (cinco puntos más que un año antes) haya sido en el segmento C, donde la competencia es más dura en el mercado europeo.
Un 42% de electrificados
Los vehículos electrificados (eléctricos o híbridos) continúan su progresión y ya son el 42% de todos los que vendió Renault en el trimestre, y un 38% desde el comienzo del año. Las ventas de electrificados subieron un 34 % en el tercer trimestre respecto al mismo período del año anterior.
El Dacia Spring se ha convertido, con 45.000 pedidos en Europa en lo que va de año, en el tercer vehículo más vendido de Europa.
La compañía que dirige Luca de Meo ha anunciado que mantiene sus objetivos de resultados para 2022 a pesar de la incertidumbre de los mercados y del impacto en las cuentas que tuvo la venta por un rublo de sus operaciones en Rusia, que era el segundo mercado del grupo después de Francia. El consorcio francés estima cerrar el ejercicio actual con un margen operativo por encima del 5%, lo que supone una subida de dos puntos respecto al 3% anterior, mientras que el flujo de caja operativo de la división de Automoción superará los 1.500 millones de euros.
El grupo Renault recibió un fuerte imapcto en sus resultados del primer semestre de 2022 por la marcha de Rusia precipitada por la guerra de Ucrania. Registró unas pérdidas netas de 1.666 millones en comparación con las ganancias de 368 millones en el mismo período del año anterior. Pese a las pérdidas, Renault prevé una digestión rápida de la pérdida de Rusia, su segundo mercado más importante solo por detrás de Francia, y espera mejorar sus resultados al finalizar el año 2022.
