Renault necesita 'cash' para mantener sus ambiciosos planes de electrificación y amortiguar el golpe que suponrá la marcha de Rusia, su segundo mercado. Para ello, el grupo francés que dirige Luca de Meo sopesa la venta del 38% del capital que posee en Nissan, lo que abririía la puerta a un reequilibrio de fuerzas deseado por su socio japonés.
Las informaciones que circulan desde hace días van tomando forma y apuntan a que Renault estaría estudiando reducir su participación en Nissan del 43% al 15%, que es el porcentaje que tiene ahora su socio japonés en las acciones de la francesa. Esta operación le podría reportar a Renault una inyección de unos 4.650 millones de euros al precio actual de las acciones, aunque puede variar a la baja debido al descenso de la cotización ante las filtraciones. Los títulos de Nissan han caído un 5% en la Bolsa de Tokio, mientras que los de Renault también bajaban pero con menos intensidad.
Caída en bolsa
La propia Nissan podría estar dispuesta a comprar parte de los 1.830 millones de acciones del fabricante de automóviles japonés que posee Renault, según Bloomberg. Esa operación quitaría a Renault la consideración de primer accionista de Nissan, lo que daría más poder a la matriz japonesa y ayudaría a resolver viejas rencillas a raíz del proyecto de Carlos Ghosn de que Renault absorbiera a Nissan.
A principios de este mes, los altos directivos de Renault comunicaron su intención de viajar a Japón próximamente para mantener una reunión con la cúpula de Nissan, en la que sería la primera reunión cara a cara desde la pandemia, con el fin de analizar la situación la situación por la que atraviesa la alianza y los retos a los que se enfrenta. Entre los temas a discutir están los planes emergentes para una posible cotización separada de la unidad de vehículos eléctricos de Renault en 2023, la entrada de un potencial nuevo socio a la alianza y la salida de Renault de Rusia, que tendrá un alto coste para e que por ahora se han provisionado 2.800 millones de euros.
Inversiones en electrificación
En enero, la alianza presentó sus planes para reforzar los vínculos operativos e invertir en electrificación, lo que podría complicar la separación de los negocios de vehículos eléctricos de Renault y Nissan. Entre las opciones qeu se barajan se encuentra también la salida a bolsa de la nueva división de vehículos eléctricos. La alianza prevé invertir 26.000 millones de dólares en electrificación en cinco años.
Renault pasó de unas abultadas pérdidas de 8.046 millones de euros en 2020 con las que empezó Luca de Meo como consejero delegado a un beneficio neto de 967 millones en 2021 gracias a una mejora de la rentabilidad y al efecto del plan Renaulution en el ahorro de costes.