Renault, la marca que se proclama como líder en las ventas de vehículos eléctricos, ha anunciado un plan para pisar el acelerador y no quedarse atrás en la carrera por la electromovilidad. La marca promete crear 5.000 empleos hasta 2019 e invertir 1.000 millones en ampliar la capacidad de producción de coches eléctricos en Francia. El anuncio del plan se produce un día antes de la junta de accionistas de Renault, en la que Carlos Ghosn tendrá que enfrentarse a la oposición del Estado francés a su retribución como presidente en medio de numerosos rumores sobre una retirada anticipada del 'cost killer'.
Anuncio de inversiones previo a la junta de accionistas de Renault
El directivo se presentará hoy viernes ante la junta de accionistas con unos planes que convierten las fábricas de Renault de Francia en "un centro de excelencia para vehículos eléctricos", con cuatro ubicaciones que actuarán como "líderes de producción". Para ello el grupo introducirá una plataforma eléctrica nueva en Douai para crear una segunda planta, doblar la producción del modelo Zoe en Flins, triplicar la capacidad de producción de motores eléctricos en Cleon y preparar la planta de Maubeuge para producir la próxima generación de la furgoneta Kangoo, incluida una versión eléctrica.
Mejora de la competitividad de las fábricas de Renault en Francia
La repercusión de esos planes en el empleo es de 5.000 contrataciones, aunque en el periodo de 2017 a 2019. Además, la firma invertirá 235 millones en formar a la plantilla en la producción de los nuevos modelos eléctricos y en la digitalización de los procesos industriales. "La aceleración de nuestras inversiones en Francia para vehículos eléctricos incrementará la competitividad y el atractivo de nuestras instalaciones industriales francesas", ha indicado Carlos Ghosn en un comunicado con un mensaje claro para accionistas críticos.
