Unas semanas después de que Renault asegurara que Carlos Ghosn estaba limpio, el grupo automovilístico ha levantado la alfombra y ha encontrado irregularidades. La compañía ha denunciado a la justicia el presunto desvío de 50.000 euros para pagar el banquete de boda del entonces presidente del grupo en el palacio de Versalles de París.
En un escueto comunicado de un solo párrafo, el grupo Renault destapa otro escándalo sobre Carlos Ghosn aunque esta vez afecta a las cuentas de la marca francesa y no a las de Nissan. Curiosamente, el importe de las irregularidades detectadas en la contabilidad de Renault es mucho menor al que Nissan denunció a la justicia japonesa, que cifra en unos 50 millones el dinero ocultado presuntamente al fisco del país asiático.
Patrocinio de Versalles
La rama francesa del 'Ghosngate' es, por ahora, mucho más reducida aunque los hechos llaman poderosamente la atención por el destino del dinero que Renault dice que su expresidente destinó al "beneficio personal". El mecanismo fue un contrato de patrocinio de Renault con el palacio de Versalles por un importe de 50.000 euros que supuestamente sirvieron para pagar el banquete de la boda de Carlos Ghosn celebrado en la antigua residencia real de Francia.
Aunque Renault no concreta el destino personal de esos fondos, se trata de la fiesta de celebración de la boda de Carlos Ghosn con Carole Nahas, su segunda mujer, que tuvo lugar en 2016. La información ha sido desvelada este jueves por el diario francés Le Figaró y confirmada posteriormente por el comunicado de Renault. La compañía anuncia que ha puesto los hechos en conocimiento de la justicia, aunque matiza que "los elementos reunidos hasta el momento requieren controles adicionales".
Carlos Ghosn sigue en prisión preventiva desde noviembre pasado, cuando fue detenido en su avión privado en el aeropuerto de Tokio. Hace unos días, Ghosn renunció a la presidencia de Renault y fue sustituido por un tándem de directivos para evitar la concentración de poder que criticaba Nissan.
