El plan de reestrucuración de Renault, que incluye 15.000 despidos en todo el mundo, ha comenzado a implementarse. La compañía ha logrado el acuerdo con la mayoría de los sindicatos de Francia para poner en marcha un primer recorte de 2.500 empleos.
Los sindicatos franceses aceptaron la supresión de 2.500 puestos de trabajo en las áreas de ingeniería y de administración en Francia de los 4.600 empleos que el grupo quiere suprimir en el país. El sindicato CFE-CGC, mayoritario en la empresa, se sumó a FO, que ya había aceptado el plan, lo que supone más del 50 % de la representación de los trabajadores en Renault. Las otras dos centrales, CFDT y CGT, deben pronunciarse al respecto.
CFE-CGC indicó en un comunicado que el plan precisa que serán bajas voluntarias en el seno del grupo, lo que evita despidos, que eran posibles en Renault a la luz de la situación que atraviesa la empresa.
Negociación en España
El plan anunciado en mayo, con el que Renault pretende ahorrar 2.000 millones de euros en tres años para adaptarse al nuevo contexto económico mundial, incluye la supresión de 15.000 puestos de trabajo en todo el mundo, de los cuales 4.600 conciernen a Francia. La dirección negocia con los sindicatos las modalidades de recortes de 2.100 puestos en las plantas de fabricación que incluye el plan.
En España, el consejero delegado de Renault, Luca de Meo, ha advertido de que la compañía necesita mejoras de competitividad y el apoyo de las administraciones para seguir invirtiendo en las plantas de Valladolid, Palencia y Sevilla. De Meo acaba de llevar a cabo una visita a las factorías coincidiendo con el inicio de a negociación del nuevo convenio colectivo, en el que Renault exige importantes recortes salariales y más flexibilidad para aumentar o reducir el tiempo de trabajo.
