La industria de automoción está sufriendo de lleno el impacto del descenso de las ventas de coches en España y en los principales países europeos con la transición ecológica como telón de fondo. La cifra de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) se ha disparado un 40% en el conjunto de la economía española, y un 85% en la industria.
El número de trabajadores afectados por alguna modalidad de ERE ascendió a 44.745 en los siete primeros meses del año debido al importante incremento de las suspensiones de contrato mediante un ERE temporal (ERTE). Un total de 1.304 empresas emprendieron este tipo de medidas entre enero y julio, 8 menos que en 2018, con 1.678 procedimientos, un 14,6 % menos, aunque el efecto se extendió a más trabajadores.
La medida más utilizada fue la suspensión de contrato, que afectó a 28.920 trabajadores, un 74% más, en tanto que 14.500 empleados formaron parte de despidos colectivos, un 12,8% más, y a otros 1.325 les aplicaron reducciones de jornada, un 46,7% menos.
Afectados en la automoción
La industria encabezó la lista con 28.229 afectados por expedientes de regulación de empleo, el 85,3% más, de los que su mayor parte (22.088) fueron suspensiones de contrato (casi el doble) y se dieron fundamentalmente en empresas de fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques.
La industria de automoción española acumula de enero a julio de 2019 una cifra de 15.718 afectados por regulaciones de empleo, de los que 14.845 se han visto incluidos en algún ERTE y 865 han sido despedidos.
Entre las grandes empresas que han tenido algún ERTE o lo mantienen todavía en marcha se encuentran la planta de Ford de Almussafes, e Iveco de Madrid y Valladolid, a las que se suman los despidos en la planta de Nissan de Barcelona.
Descenso en otros sectores
Por detrás de la industria se situaron los servicios, con 14.699 afectados (2,8 % menos), sobre todo por los despidos colectivos (8.153) y suspensiones de contratos (5.855). Los expedientes de la construcción afectaron a 1.350 trabajadores, un 28,3 % más; en tanto que en la agricultura hubo 467 empleados, el 15,4 % menos.
Por actividades, más de la mitad de los afectados se concentraron en la industria manufacturera (27.607 trabajadores), seguida ya de lejos por los de la hostelería (2.873), el comercio mayorista y minorista (2.605), y las actividades administrativas y servicios auxiliares (2.321).
Las comunidades autónomas con más trabajadores inmersos en expedientes de regulación de empleo fueron la Comunidad Valenciana (14.870, de los que 13.615 fueron suspensiones de contratos), Madrid (6.283) y Cataluña (5.945). En cambio, el menor número se dio en La Rioja (73) y Extremadura (233), además de Ceuta y Melilla (51).